lunes, 22 de julio de 2019

TRANSFORMACIÓN GRACIAS AL BUEN GOBIERNO Y LA EXCELENCIA EN LA GESTIÓN

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Alfredo Millán
Director de Servicios de Club Excelencia en Gestión
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Foto: Archivo

El entorno VUCA define a la perfección el entorno empresarial al que nos enfrentamos en la actualidad. Describe, por sus siglas en inglés, un entorno caracterizado por la Volatilidad (Volatility), la Incertidumbre (Uncertainty), la Complejidad (Complexity) y la Ambigüedad (Ambiguity). Y es que cada vez es más difícil adaptarse al ritmo de cambio marcado por la tecnología, los nuevos valores y los nuevos hábitos de consumo. Precisamente, este panorama incesante requiere de las empresas una capacidad de adaptación mayor que nunca.
Toda organización que desee diferenciarse, crecer y expandirse, debe ser capaz de cuestionar y analizar constantemente su toma de decisiones, así como, adaptarse rápidamente a los desafíos y oportunidades de crecimiento latentes. Para sobrevivir las organizaciones no solo deben implementar estrategias de flexibilización, de reducción de la burocracia y aplicar unos procedimientos de gestión prácticos, sino que todo ello tiene que ir de la mano de un comportamiento ético, transparente, íntegro y comprometido con el medio ambiente, de buenas prácticas de gobierno corporativo y de seguridad jurídica.
Está demostrado que, hoy en día, el buen gobierno es uno de los instrumentos más efectivos para generar confianza en el mercado y garantizar la competitividad de cualquier compañía. El principal motivo es que éste ayuda a las organizaciones a transformar su misión en resultados, a crear valor, a emplear de forma eficiente los recursos y a generar confianza. Trabajar con altos estándares de transparencia impacta no solo en los resultados de una empresa, sino que además genera valor en las organizaciones y fortalece el compromiso con sus grupos de interés.
Una estrategia adecuada de buen gobierno corporativo es aplicable a cualquier tipo de empresa, independientemente de si es cotizada o no cotizada, de su tamaño, sector de actividad o naturaleza pública o privada. Se trata, en definitiva, de facilitar la prevención y evitar, en la medida de lo posible, que situaciones indeseables del pasado puedan volver a producirse, proporcionando así el entorno de control y equilibrio necesarios para reforzar las buenas prácticas empresariales.
En el caso de la Administración Pública, los países que presentan mayores niveles en materia de transparencia y normas de buen gobierno cuentan con instituciones muy consolidadas que favorecen el crecimiento económico y el desarrollo social. En estos países en los que la fiscalización de la actividad pública es mayor, los ciudadanos pueden juzgar con más criterio la capacidad de sus responsables públicos y decidir en consecuencia. El resultado inmediato de la transparencia estatal es el impulso la eficiencia y eficacia del Estado y de su crecimiento económico.
Uno de los modelos de gestión organizacional que apuesta por la transparencia y el buen gobierno es el Modelo EFQM de Excelencia, que ofrece un marco de referencia para la gestión y la optimización de las decisiones estratégicas de cualquier compañía y, por lo tanto, resulta muy positivo para su sostenibilidad a largo plazo.
Las organizaciones excelentes mantienen una cultura de integridad en coherencia con las necesidades y expectativas de sus grupos de interés. Para lograr este objetivo introducen prácticas de gestión que aseguren el cumplimiento legal de la normativa y de los estándares del buen gobierno de la organización, haciendo que las personas interioricen la integridad y el compliance dentro de su comportamiento diario. Pero para que el reto del buen gobierno pueda alcanzarse, es necesario aplicarlo a todos los procesos de la empresa, estableciendo objetivos realistas y alcanzables con indicadores bien definidos y un sistema de gobernanza que verifique el cumplimiento y la mejora continua.
Desde el Club Excelencia en Gestión impulsamos la RSC y el Buen Gobierno apoyándonos en nuestro Sello de Excelencia EFQM, el cual contribuye a la mejora de la reputación del país y a la competitividad de las empresas y organizaciones europeas. Nuestro propósito es ayudar a que éstas se transformen a través de una gestión excelente, innovadora y sostenible, con el fin último de crear una sociedad mejor. Una de nuestras actividades más importantes es reconocer a aquellas organizaciones que están trabajando para mejorar su sistema de gestión. Para ello pusimos en marcha hace casi 20 años el Sello de Excelencia EFQM, por el que han apostado más de 3.500 organizaciones en nuestro país, situando a España como el líder en Europa número de Sellos EFQM.
La competitividad empresarial basada en la transparencia y el buen gobierno son tan relevantes a nivel estatal que el propio Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, junto con el Club y la EFQM, reconoce como ‘Embajadores de la Excelencia Europea’ a todas aquellas organizaciones que tengan un Sello EFQM vigente con una puntuación de 600 o más puntos EFQM. Un galardón que, sin duda, contribuye a mejorar la competitividad de nuestro país y el posicionamiento de la Marca España, dentro y fuera de nuestras fronteras.

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