EL DIAMANTE DEL FRAUDE
Estándarmiércoles, 13 de septiembre de 2017
Por Julián Ríos
Hace algún tiempo en el artículo El Triángulo del Fraude, de esta misma serie de artículos de Antifraude, describimos de qué se trataba la teoría y quién había sido su creador. Hablamos de los tres vértices del triángulo: la presión, oportunidad y justificación, que debían ser los componentes para explicar por qué las personas cometen fraude.
La teoría del diamante del fraude se ha discutido informalmente como necesidad de agregar un nuevo vértice a la teoría de Donald Cressey
Hoy veremos de qué se trata el Diamante del Fraude, en qué ámbitos de la industria se está tocando el tema y cómo expande aún más la explicación del por qué las personas cometen fraude.
Qué se dice sobre el Diamante del Fraude
He de aclarar que la teoría como tal no tiene un estudio formal ni mucho menos una aceptación global como la que sí tiene la teoría del triángulo del Fraude. Muchos dicen que el diamante del fraude hace parte sólo de un revisionismo especulativo, empírico y acomodativo de la teoría existente de Donald Cressey, que añade oscuridad a un camino que ya de por sí no ha estado del todo claro y lo único que intenta es añadir una variación (como muchas podrán existir) a una teoría que está plenamente vigente y aceptada desde los años 50.
De esta teoría se ha hablado en algunos sitios en Internet y algunas conferencias, seminarios y foros, como una expansión o nueva teoría que intenta agregar un nuevo vértice llamado “capacidad” a los ya existentes “presión”, “oportunidad” y “justificación”.
Qué trata de explicar el nuevo vértice de capacidad
La teoría del diamante del fraude limita el vértice de “oportunidad” a la existencia o no de controles que puedan propiciar o no la comisión de un fraude. Agrega el factor “capacidad” que se concibe como los conocimientos y habilidades intelectuales necesarias que debe tener una persona para cometer un fraude, indicando que “el defraudador puede sentir presión, justificar su situación y tener la oportunidad, pero si no tiene la capacidad no podrá llevar a cabo el fraude“.
La confusión sobre el nuevo vértice
A pesar de que suena coherente la explicación sobre “la capacidad”, no podemos olvidar que la teoría original del triángulo del fraude de Donald Cressey contempla como “oportunidad” la información general y habilidades técnicas. Como información general se entiende todo aquel conocimiento que tiene la persona que con su posición de confianza ha logrado adquirir. Como habilidades técnicas se entiende toda la capacidad requerida para cometer la trasgresión.
Entonces, si Donald Cressey ya estaba considerando “la capacidad” como un componente del vértice de oportunidad, entonces por qué se está hablando de que existe una nueva teoría del diamante del fraude donde se agrega éste vértice?. Es una reflexión importante, donde me decantaría por pensar en que se desarrolla por un mal entendimiento de la visión de Donald Cressey, donde claramente decía que sin capacidad no hay oportunidad.
Diamante o no diamante
En lo personal pienso que la teoría del triángulo del fraude es la que sigue vigente, aún no se ha demostrado de manera científica que carece de algún elemento y la teoría del diamante del fraude lo único que hace es generar una variación producto del desconocimiento de la visión de Donald Cressey en su trabajo.
Referencias (Pedro Miguel Lollett, 2017) Diamante del Fraude, Auditoria Forense.
Acerca de Julián
Julián Ríos, certificado en materia de Antifraude y Seguridad de la Información, es el fundador de la firma internacional NF, con base en la ciudad de Medellín, Colombia.
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