sábado, 3 de junio de 2017

LA DEPRESIÓN ORGANIZACIONAL COMO UNA PROBLEMÁTICA EMPRESARIAL

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La depresión organizacional como una problemática empresarial
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Por Mihail García Pichardo
Gobernar no es fácil y mucho menos, hacerlo bien” eso dice el conferencista y escritor español Fernández Aguado.
Fernández Aguado es el autor del libro “Patologías organizacionales” en el cual describe las diferentes enfermedades que puede padecer una organización. Cuando leí este libro quise de inmediato poner en práctica lo que el autor explicaba y es por esos que decidí, realizar una encuesta en una empresa (de la cual me reservo el nombre). Los resultados no son halagüeños pero, lo importante es que luego de esta investigación existe un diagnostico y los ejecutivos tienen la opción de aplicar el tratamiento para curarla.
En una muestra de 10 empleados de distintos departamentos y de distintos rangos, se encontraron los siguientes resultados.
Ante la pregunta de las problemáticas que sufre la empresa, respondieron lo siguiente:
  • De las 10 muestras, 10 identificaron que existía desanimo laboral
  • De las 10 muestras, 4 dijeron que faltaban retos asumibles, positivos e ilusionantes para la organización
  • De las 10 muestras, 8 dijeron que no los implicaban en los proyectos
  • De las 10 muestras, 8 dijeron que existe poca comunicación e interacción entre los grupos de distintas naturalezas y poca actividad dentro de su grupo
  • De las 10 muestras, 2 dijeron que se había perdido cuota en el mercado, 2 identificaron que se hacen reestructuraciones sucesivas sin explicar con claridad las mismas
Ante la pregunta sobre las causas que creían originaban los problemas mencionados, respondieron lo siguiente:
  • De las 10 muestras, 8 dijeron que no existe un plan estratégico
  • De las 10 muestras, 10 dijeron que existe una ausencia de política de motivación por parte del departamento de recursos humanos
  • De las 10 muestras, 6 dijeron que existe un estilo directivo poco eficiente
  • De las 10 muestras, 8 dijeron que existen programas de retribución y retribución cicateros
  • De las 10 muestras, 6 dijeron que hay perdida de recursos con respecto al pasado, especialmente en lo relativo al talento de sus profesionales
  • De las 10 muestras, 6 dijeron que existe una ausencia de políticas de conciliación, que permita armonizar las distintas realidades (específicamente las del entorno familiar con el laboral)
Vistos los problemas y las posibles causas se puede decir que la institución en cuestión padece de Depresión organizacional, enfermedad que el autor del libro la define de la siguiente manera: “Organizaciones sumidas en crisis, con incapacidad para hacer frente a los cambios (del entorno, de los clientes, de los competidores, de la regulación…). Sensación de desanimo generalizado, con falta de impulso o energía a la hora de afrontar sus actividades diarias o sus retos futuros”.
El autor del libro enumera una serie de tratamientos que pueden funcionar para esta “enfermedad”, algunas de ellas son:
  • Elaboración de un plan estratégico que contenga los aspectos mínimos que permitan visualizar, a toda la organización, “el rumbo y destino” que se persigue. En esta elaboración debería participar el mayor número de personas posibles (la participación puede ser en sí misma una vacuna contra la depresión)
  • Modelo adecuado de gestión de recursos humanos que esté al servicio del plan estratégico y que potencie, entre otros aspectos, una cultura de compromiso, una política de retribución y compensación ilusionante (no siempre en el ámbito económico, agrego yo) y la incorporación de talento proveniente del exterior (si entre los empleados no existe el perfil requerido, agrego yo).
  • Diseño de un estilo de dirección que favorezca los valores establecidos: Compromiso, ilusión, reconocimiento, etc. (no solo por parte de la máxima autoridad, sino por parte de todos los niveles de dirección, agrego yo)
  • Potenciación de las áreas o departamentos con mayor contacto con el exterior.
  • Implantación de una filosofía de benchmarking, de estudios de mercado sistemáticos.
Estos inconvenientes no son exclusivos de esta institución, en mi país (Republica Dominicana) la mayoría de las empresas estatales y muchas privadas, poseen modelos de gestión poco vinculativos, lo que se traduce en poco compromiso por parte de los empleados para con la empresa, y por ende en depresión organizacional y muchas otras enfermedades que este libro de Fernández Aguado nos ayuda a identificar.
Lo más importante de todo es que una vez se tenga el diagnostico y las sugerencias de tratamiento, las empresas se apresten a aplicarlos, pero no de forma irracional, deben hacerlo en la compañía de un coach, o un asesor a los fines de que la aplicación se haga dentro del marco de la objetividad que impregna el hecho de que estas dos figuras no tienen una vinculación directa con la empresa.
La empresa que investigamos tiene una ventaja, porque ya tiene el diagnostico, queda de ella si aplica o no los correctivos de lugar.
GRANDES PYMES – Dr. Juan Carlos Valda

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