ROBERTO CASADO | LONDRES |
El grupo turístico británico acelera la venta de sus aerolíneas y pide 345 millones de euros a los bancos para mantener su liquidez.
Thomas Cook sufrió ayer una caída del 15% en la Bolsa de Londres después de que el auditor de la empresa turística británica pusiera en duda la viabilidad de su negocio, ante las fuertes pérdidas y el aumento de la deuda sufridos en el semestre cerrado en marzo de 2019.
Peter Fankhauser, consejero delegado de Thomas Cook, trató de calmar al mercado al indicar que la empresa ha logrado una línea de financiación a corto plazo de los bancos de 300 millones de libras (345 millones de euros), que estará disponible a partir del 1 de octubre si tiene éxito el actual proceso de venta de las aerolíneas del grupo.
Según un “párrafo de énfasis” incluido por la auditora EY en su revisión de las cuentas semestrales, “el desenlace de la revisión estratégica y las nuevas condiciones de financiación son inciertas. Esto podría crear dudas significativas sobre la capacidad de la compañía para seguir operando”.
La empresa afirma que las cuentas del semestre están basadas en la futura continuidad del negocio: “Para fundamentar esta decisión, los consejeros del grupo han revisado un número de factores, incluyendo los resultados del grupo, su acceso continuado a líneas de financiación y su capacidad para continuar operando dentro de sus límites de deuda”.
Provisión
En los seis meses de octubre de 2018 a marzo de 2019, la compañía tuvo unas pérdidas de 1.474 millones de libras (1.700 millones de euros), tras realizar una provisión de 1.104 millones de libras para reflejar el menor valor de sus activos, afectados por el declive de los viajes organizados, el impacto del Brexit en sus clientes británicos y el estrechamiento de márgenes en los viajes a España por la subida de tarifas en los hoteles en este país.
Los ingresos de Thomas Cook cayeron un 6,5%, hasta 3.019 millones de libras. La facturación por la venta de paquetes turísticos hacia España, especialmente a Canarias, descendió en 108 millones de libras.
Aunque el periodo invernal es el más débil para el sector, los directivos de Thomas Cook señalaron que las ventas de cara al verano también son flojas, sobre todo en Reino Unido por la incertidumbre del Brexit. Becky Lane, analista de Jefferies, cree que el beneficio del ejercicio que se cerrará en septiembre podría quedar un 35% por debajo de lo que esperaba el mercado.
Según resume Fankhauser, “la prolongada ola de calor del pasado verano y los altos precios en Canarias redujeron la demanda por los viajes de invierno, particularmente en los países nórdicos; y ahora hay pocas dudas de que el proceso del Brexit ha hecho que muchos consumidores británicos retrasen sus planes para las vacaciones del próximo verano”.
Proceso de venta
Más preocupante para algunos inversores es la deuda del grupo, que se disparó de 886 a 1.247 millones de libras entre marzo de 2018 y marzo de 2019. Para aliviar este pasivo, Thomas Cook ha lanzado un proceso de venta de sus aerolíneas, con base en Reino Unido, Alemania, Escandinavia y Mallorca. Según Fankhauser, se han recibido “múltiples ofertas” por este negocio, tanto por su totalidad como por sus distintas partes. Lufthansa está especialmente interesada en la filial alemana Condor, mientras que Virgin Atlantic podría pujar por las rutas de largo radio hacia México y el sur de EEUU.
Una vez vendidas las aerolíneas, los analistas creen que podría haber una oferta pública de adquisición (opa) por el resto del negocio. El grupo chino Fosun, que ya controla el 17% del capital de Thomas Cook, es el favorito para acometer una operación de este tipo. También podría haber interés de fondos de inversión como Blackstone.
El descenso de la cotización ha dejado el valor de Thomas Cook en unos 300 millones de libras. Al mismo tiempo, los bonos emitidos por la empresa se intercambian a poco más de la mitad de su valor nominal, por el temor a un impago.
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