lunes, 26 de marzo de 2018

EMPRENDER SIN RENUNCIAR A LA ESTABILIDAD… ¿QUIÉN DIJO QUE NO LO PODEMOS TENER TODO?

Estándar
18 de febrero de 2018
Gabriel Rovayo
Gabriel Rovayo
Editorialista Revista Vistazo, América y Economía.
La mayoría de emprendedores se han visto en la disyuntiva entre su deseo de tener su propio negocio y ser sus propios jefes, enfrentándose a la incertidumbre y arriesgando muchas cosas, en especial la estabilidad de un trabajo convencional. O, por el contrario, continuar con la estabilidad, aunque esto signifique postergar o renunciar a sus sueños de emprendimiento.
La buena noticia es que, leyendo lo más reciente de Harvard Business Review y otras publicaciones similares, he dado con un nuevo concepto de gran interés para los emprendedores.
Se trata del intraemprendimiento, algo que al analizar los artículos que he leído en las últimas semanas, lo percibo como lo que aquellos potenciales emprendedores, han soñado despiertos y dormidos.
Este concepto en el campo del emprendimiento consiste en promover la innovación directamente desde el núcleo organizacional. Par explicarlo mejor, son emprendimientos que tienen origen en las mismas empresas. Allí quienes las conforman son quienes crean nuevas unidades de negocios o compañías para impulsar emprendimientos.
Los intraemprendedores, como los bautizó el investigador Gifford Pinchot, en 1985, son personas capaces de desarrollar un comportamiento emprendedor, bajo el respaldo de la empresa, a través del descubrimiento, evaluación y explotación de nuevas oportunidades de negocio.
Entonces, ¿en qué se parecen emprendedores e intraemprendedores? En su capacidad de asumir riesgos, en la orientación al logro, en la autoconfianza, en el enfoque en objetivos, en el trabajo en equipo y bajo presión, en el olfato para las oportunidades, en el compromiso con un objetivo común, en la perseverancia, en la organización y en la planificación.
Pero hay ciertos detalles que hay que tomar en cuenta antes de lanzarse a la piscina del intraemprendimiento. Me referiré a algunos de ellos:
·      En el intraemprendimiento es indispensable que existan planes de ayuda y colaboración de parte de la empresa que apadrina la idea para con el emprendedor. En mi opinión esto es una gran ventaja, pues la mejor manera de empezar un emprendimiento partiendo de un plan de negocios establecido, el perfecto punto de partida.
·      Allí es donde es importante contar con planes de negocio establecidos, soporte tanto tecnológico como técnico para llevar adelante la idea y la posibilidad de compartir las buenas prácticas de la empresa para con el pequeño empresario que se está desarrollando.
·      Debo aclarar que este no es precisamente un nuevo modelo de emprendimiento. De hecho, este tipo de actividades han sido estudiadas y, posteriormente, puestas en práctica, con éxito, por empresas como Google o NestléEn estas dos grandes empresas, las ideas surgidas por parte de su talento humano, han dado lugar a modelos de negocios con potencial de crear productos o reorientar las compañías.
·      Algo que me llamó la atención y me entusiasma, es que gracias a este tipo de iniciativas es posible generar una lluvia de ideas que posteriormente pueden ser retenidas por la empresa,  permitiendo así lograr captar inversionistas que busquen mayores garantías. Con esto es posible generar también un emprendimiento con potencial a mediano y largo plazo.
·      El spin-off  empresarial es parte de este modelo generador de emprendimiento. ¿Cómo? Por ejemplo, diferentes empresas eligen ideas de negocio internas, las patrocinan, las incuban como si fueran propias a cambio de participación accionaria, exclusividad en los derechos de producción o reserva tecnológica.
·      Todo lo anterior está muy bien, pues se trata de emprender al mismo tiempo que se sigue manteniendo el empleo estable, con un sueldo estable. Pero, ¿qué garantiza que ese sea el primer paso a un emprendimiento independiente? Pues una vez que el proyecto haya obtenido la madurez necesaria para salir al mercado, este será liberado operativamente. De esta manera, quien fue el autor de esa idea o líder de ese emprendimiento en ciernes, podrá seguir al frente del mismo, generando beneficios mutuos que permitan el crecimiento a la empresa auspiciada. Así, se evita que un emprendedor más pise la calle de la inexperiencia y pueda tener el apoyo y el acompañamiento para sostenerse en los primeros momentos del emprendimiento.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario