miércoles, 7 de marzo de 2018

EL CONTROLLER DIGITAL, FIGURA CLAVE EN LAS ORGANIZACIONES ACTUALES

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Adaptarse a los cambios es la consigna en la era digital. La tecnología, pero también las organizaciones y la propia sociedad evolucionan a un ritmo tal que sin esta capacidad es muy difícil dar respuesta a las demandas del mercado. Y esto afecta de lleno al Controller por su posición en las organizaciones y por su necesidad de tener una visión transversal y global del negocio.
El control de gestión ya no puede realizarse desde una óptica tradicional porque el entorno digital ha cambiado de manera considerable la forma de gestionar y analizar los modelos de negocio. Nace así la figura del Controller digital, que es la clave del éxito en el nuevo ecosistema.
Disminuir la incertidumbre
Se impone el conocimiento de herramientas, indicadores, ratios, conceptos y metodologías que disminuyan la incertidumbre que generan las constantes disrupciones. El objetivo no es solo minimizar los impactos en la cuenta de resultados, también es generar valor a partir de estas rupturas bruscas.
Nuevo enfoque
La acreditación Chartered Controller Analyst, CCA Certificate®, especializa a los Controllers en esta nueva forma de pensar y gestionar. Además, define de forma precisa cuál debe ser la actitud para moverse como pez en el agua en el entorno digital, como señalan en Global Chartered Controller Institute: “hay que pasar de una estrategia digital a la digitalización de la estrategia”. El trasfondo de esta frase es esencial para el éxito del negocio, porque en este momento ya no basta con tener una estrategia digital.
Proyectar el futuro
Ahora es imprescindible disponer de una visión global de todo el negocio, tanto del digital como del físico, y estudiar las interconexiones que existen entre ambos. El Controller junto a la dirección de la compañía tendrá la misión de proyectar cómo podría ser el futuro y traerlo al presente.
Innovación y diferenciación
Si durante gran parte del siglo XX, el control de gestión se caracterizó por una visión ingenieril, que se centraba en el control de los costes de producción y en la preparación y coordinación del proceso presupuestario, ya en los ochenta se asistió a un gran cambio: el importante desarrollo tecnológico permitió democratizar los medios de producción. La respuesta de las organizaciones más exitosas a este reto ha sido la innovación y la diferenciación.
Cuatro dimensiones
Y en este contexto el Controller realiza una labor estratégica, siempre que sea capaz de desarrollar las cuatro dimensiones que le permitan aportar soluciones ante los nuevos retos digitales:
– Dimensión estratégica, para desplegar estrategias con el objetivo principal de la supervivencia de la empresa.
– Dimensión operativa, para mejorar el uso de los recursos con el objetivo de mejorar la eficiencia operativa.
– Dimensión económica, para lograr la eficiencia económica con el objetivo de maximizar la rentabilidad.
– Dimensión disruptiva, para poder sobrevivir.
Esta última es esencial. Debe estar preparado para hacer frente a la aparición de tecnologías disruptivas que cambian por completo el sector o la cadena de valor del negocio. De hecho, el Controller digital, como gestor de la información y de la incertidumbre en un entorno altamente dinámico y tecnológico, puede adelantarse a esos cambios. Su función es ayudar a la organización a prepararse mejor y minimizar estos impactos en la cuenta de resultados.

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