martes, 29 de agosto de 2017

¿SON REEMPLAZABLES LAS CAPACIDADES DE UN AUDITOR?

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Escrito en 23 Agosto 2017.
La tecnología en la actualidad y los avances científicos han llevado al ser humano a presenciar hechos que en la antigüedad no se hubiera alcanzado siquiera a imaginar. Recientemente, en un artículo de la revista Forbes[1] en inglés se discutía acerca de la posibilidad de que en un futuro la Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence) podría reemplazar la profesión de Auditoría Interna. Para Chambers la respuesta es que esto no sería posible, pero en cambio utiliza este cuestionamiento como una oportunidad para explicar que la tecnología cada vez más sofisticada y los nuevos sistemas de computación deben convertirse más bien en una herramienta de aprovechamiento y potenciamiento de las capacidades del Auditor Interno para resolver los nuevos retos que impone el entorno empresarial.
Chambers además recalca el hecho de que la Inteligencia Artificial no debe considerarse como una amenaza para el trabajo del auditor, sino como un hecho que va a revolucionar todo el mundo laboral e incluso a la sociedad misma. Esta nueva era es conocida como la Fourth Industrial Revolution (4IR), que es la continuidad de las eras de la energía de vapor, la electricidad y la computación.
Esta era en particular va a desarrollarse en pro de la eficiencia y la productividad empresarial, utilizando recursos físicos, digitales y biológicos que impacten todo tipo de disciplinas, economías e industrias. Es decir, un cambio de paradigma que va a afectar cada uno de los aspectos de la vida moderna. Ahora, es una era que ha venido instaurándose a una velocidad incansable, aunque esto muchas veces no sea evidente. No hay duda, sin embargo, de que cada vez existe una mayor automatización de los procesos. De acuerdo con Newman (2017) en el artículo citado de Forbes, de acuerdo a un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford, existe un estimado de 50% de trabajos americanos que pueden desaparecer o volverse obsoletos en los próximos 20 años debido a esta automatización y grandes avances tecnológicos. Esta es una cifra bastante alta y que preocuparía a cualquier profesional.
Como si fuera poco, el problema desde la perspectiva empresarial, es que muchas organizaciones no están preparadas para asumir los cambios que propone la 4IR, es más, pocas de ellas manejan en la actualizad sistemas actualizados de tecnología informática en sus procesos, ya sea por desconocimiento o por falta de presupuesto. Esto ya representa un problema en la actualidad, por lo tanto, pensar en una automatización mayor desde la Inteligencia Artificial, se puede vaticinar como un escenario caótico y confuso para muchas organizaciones.
Lo primero entonces debe ser reconocer las ventajas de la inclusión de nuevas tecnologías en los procesos que se llevan a cabo dentro de la organización, dentro de las grandes ventajas se puede considerar el hecho de que hay una mayor capacidad competitiva, mejores canales comunicativos y de interacción con los clientes y un dinamismo basado en la innovación que es beneficioso para la empresa. Esto no significa sin embargo que todo proceso deba depender del uso de la tecnología y relegar las capacidades humanas pues esto pondría en gran peligro la información empresarial. Es el caso en que se produzca una falla tecnológica o un ataque cibernético, la empresa quedaría totalmente vulnerable si no existe una regulación de los recursos tecnológicos por parte del recurso humano.
Chambers (2017) cita el reporte de IBM/HBR[2] acerca de cómo volverse un innovador digital para ayudar a las empresas a tomar el riesgo de incorporar nuevas tecnologías en sus operaciones. El primer consejo es crear una estrategia que le permita a las empresas tomar grandes riesgos sin que esto represente una amenaza. Finalmente, también se debe crear un ambiente innovador desde el trabajo. Ahora bien, el hecho de que dentro de las estrategias se hable de la toma de riesgos, pone en cuestionamiento la labor misma del Auditor Interno dentro de la empresa. A pesar de esto, hay que reconocer que muchas herramientas tecnológicas se han usado para potenciar la labor del auditor, ayudando en una mayor eficiencia y mejores formas de control interno. Por eso, es necesario reiterar que las nuevas tecnologías deben ser para el provecho de la profesión y no convertirse en un obstáculo para el desarrollo de las actividades que cumple el Auditor Interno.
De tal manera, a manera de conclusión, la 4IR representa no solo una época de grandes cambios innovadores tecnológicos, sino un gran cambio de paradigma que afecta todos los aspectos de la industrial, la economía y la sociedad misma, esto incluye la profesión de Auditoría Interna. Es así como el auditor debe tener la capacidad de asumir los riesgos que propone la 4IR junto con la organización, así, desde su preparación profesional puede contribuir a una mejor toma de decisiones y de mitigación del riesgo.
Bibliografía
Chambers, R. (2017). ​​Internal Auditing and the Fourth Industrial Revolution. En línea, disponible en: https://iaonline.theiia.org/blogs/chambers/2017/Pages/Internal-Auditing-and-the-Fourth-Industrial-Revolution.aspx

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