lunes, 21 de agosto de 2017

LAS MOTIVACIONES DEL FRAUDE

Estándar
21.08.17
En general, cuando se escucha hablar de grandes fraudes, asumimos que los perpetradores eran guiados por importantes incentivos financieros. No obstante esta afirmación, los psicólogos y economistas teniendo en cuenta lo establecido por IFAC con respecto a la Integridad Profesional, que los incentivos financieros no explican de manera total el comportamiento anti ético. Están interesados en otra posible explicación:
Los seres humanos cometen fraude porque los seres humanos son como los demás.
Es decir, nos gusta ayudar a los demás, especialmente a las personas con las que nos identificamos. Luego, cuando estamos ayudando a la gente “como nosotros”, realmente no vemos si estamos haciendo algo no ético.
Veamos el caso de los probadores de emisiones de gases contaminantes de los motores de combustión. Conforme la normativa legal de un territorio en particular, resulta necesario testear las emisiones de los motores de los autos para probar si el vehículo es apto para permanecer en circulación, o es contaminante.
Si un vehículo es contaminante, se le prohíbe la circulación, pero en muchos casos los responsables de los tests mienten, permitiendo que un auto contaminante siga circulando. Pierce Lamar y Francesca Gino psicóloga de la Harvard Business School han concluido que entre el 20% y el 50% de los vehículos que pasan el test, deberían haber fallado por estar sus emisiones por sobre los niveles permitidos. Es decir que ilícitamente aprueban el test. ¿Cuáles son los motivos por los que pueden pasar?
Los incentivos financieros pueden explicar una parte de estos ilícitos, pero en sus investigaciones encontraron otras respuestas. La investigación se basó en el análisis de cientos miles de registros pudiendo relacionarlos con patrones de comportamiento de los inspectores individuales, monitoreando todos aquellos legajos que eran aprobados, y los eran rechazados. Observaron que ante la presencia de un auto de lujo (BMW o Ferrari) que estuviera contaminando el aire, era muy probable que saliera rechazado, pero si se trataba de otro tipo de auto (Honda Civic) existía una mejor oportunidad de pasar el control.
¿Por qué?
Sobre la base de investigaciones, se sabe que cuando sentimos empatía hacia los demás, queremos ayudarles. Los inspectores de emisiones que obtienen un salario modesto, sienten empatía y se identifican con aquellas personas que tienen un vehículo regular. En consecuencia, Gino y Pierce concluyen que estas personas comenten fraudes, no porque sean codiciosos, sino porque están ayudando a gente como ellos, y eso es correcto para ellos. De allí que no vean que están cometiendo un daño y quizás esta sea la parte radical del problema. De donde, los inspectores no pueden ver la consecuencia de su accionar fraudulento, ni los costos de la decisión que están tomando. Desde otra frontera, este costo deviene en abstracto, pues es el medio ambiente mundial. Luego, el ser humano no estaría preparado cognitivamente para poder sopesar los costos aparejados para con el medio ambiente mundial frente a los beneficios de hacer pasar a alguien que está ahí cerca, que necesita ayuda, y que además es como nosotros.
Si uno pensara en la crisis de las hipotecas, podríamos imaginar la siguiente situación: Sería creíble ver a un oficial de créditos hipotecarios de un banco que considere que si decide ayudar a alguien a tomar un préstamo hipotecario a través del falseamiento de sus ingresos, debería tener en cuenta que con su actuación, podría contribuir o no a desestabilizar la economía mundial. El seguramente respondería que está ayudando a una persona real.
En base a estos argumentos, Gino y Pierce afirman que el entorno de TG se encontró con el mismo tipo de decisión: las futuras consecuencias abstractas, o ayudar a la persona real delante de ellos.
Si las hipótesis planteada por estos psicólogos y los economistas son acertadas, entonces todos somos capaces de comportarnos de manera poco ética sin darnos cuenta, esto es de manera inconsciente. Por lo cual nuestros lugares de trabajo y las diferentes reglamentaciones están mal estructurados, pues no fueron diseñados para tener en cuenta las imperfecciones cognitivas de los seres humanos.
En esta línea de pensamiento se fundamenta lo que podría afectar la labor profesional por ejemplo en el campo de la auditoría: Un auditor desarrolla relaciones interpersonales con los clientes después de años de trabajar juntos, por lo cual esas relaciones pueden corromper sus auditorías sin que él se dé cuenta.
Incluir en el título preliminar de cualquier contrato comercial que explícitamente señale que la mentira en cualquier información de ese contrato se considera poco ético e ilegal, ayudaría a que cada lector se ubicara en el marco cognitivo adecuado.
Por supuesto existen otras propuestas, o, podríamos seguir diciendo lo que siempre se ha dicho: “lo que está bien está bien, y lo que está mal está mal, y la gente debe saber la diferencia”.

Fuente: “19° CONGRESO NACIONAL DE PROFESIONALES EN CIENCIAS ECONÓMICAS” – F.A.C.P.C.E. – CONSEJO PROFESIONAL DE CIENCIAS ECONÓMICAS DE LA PROVINCIA DE MENDOZA ,“Una profesión sólida se construye desde nuestra historia”
Fernando Pérez Tapia
FERNANDO PÉREZ TAPIA
INVESTIGADOR DE DELITOS ECONÓMICOS Y FRAUDES
Profesional Chileno, con 3 años en Colombia (Cali, Valle del Cauca), dedicado hace más de 12 años en actividades de Prevención, Detección e Investigación de Delitos Económicos y Fraudes.
De profesión: Contador Público y Auditor, especialista en Investigación de Delitos Económicos y Fraudes; e Ingeniero en Informatica con énfasis en Administración de Bases de Datos. Ademas de contar con estudios complementarios asociados a la competencia profesional.
Ha participado en diversos procesos investigativos, tanto para apoyo administrativo como también en apoyo a procesos de carácter judicial, con una gran capacidad de acceder a fuentes de información con sus competencias en áreas de Tecnología por ser Ingeniero en Informática.
Su principal enfoque como profesional es apoyar en la lucha contra actividades delictivas que afecten a la economía de una empresa o país, incorporando cultura, herramientas y metodología asociada a las tecnologías y normativas vigentes.
Actualmente es Fundador y Director Ejecutivo del Instituto de Formación Forense y Antifraudes, cuya principal actividad es ofrecer alternativas de formación continua a profesionales y empresas en temas netamente en competencias de Prevención, Detección e Investigación de Delitos Económicos y Fraudes; es por ello que su principal actividad, en la actualidad,  esta enfocada a la docencia como Conferencista, Seminarista y Expositor a nivel nacional e internacional.

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