11 ERRORES FRECUENTES EN LA REDACCIÓN DE INFORMES DE AUDITORÍA
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Escrito en 31 Julio 2017.

Redactar un informe en ciertas ocasiones es directo e impersonal y para que éste sea eficaz ha de exigirse en el auditor un gran esfuerzo de atención, objetividad, creatividad y moralidad profesional.
Un informe de auditoría requiere que el auditor tenga sobriedad sin aspereza o brevedad, evite la gramática complicada, la verborrea y la hojarasca, no sea infiel al sentido de los hechos, destierre los sentidos de parcialidad, cancele el servilismo, elimine la pasividad y tome las precauciones posibles para que su opinión esté fundamentada –si no es posible llegar a una certeza o conclusión sobre un hallazgo determinado, no dude en señalar este vacío- y facilite la reducción del informe mismo con solo leer los títulos o centrar la atención en aquél que inmediatamente interesa.
Es importante recordar que el informe es una comunicación destinada a presentar de manera clara y pormenorizada, el resumen de hechos y hallazgos o actividades presentes, pasadas o en algunos casos previsibles, partiendo de datos quizás ya comprobados. Aunque esencialmente se compone de datos, el informe contiene un juicio profesional del auditor, así como conclusiones y recomendaciones en torno a una auditoria que lo motiva.
En la redacción del informe el auditor debe evitar los siguientes errores comunes:
1. Simular o exagerar los hechos.
2. Deformar los hechos, omitiendo algún detalle.
3. Equivocar ciertos datos, términos o citas.
4. Hacer demostraciones matemáticas no convincentes.
5. Confundir los hechos con las opiniones.
6. Incurrir en contradicciones.
7. Desarrollar en forma incompleta algún punto.
8. Disponer secciones o párrafos en forma desordenada.
9. Emplear periodos largos y complicados.
10. Repetir innecesariamente la misma palabra o idea.
11. Abusar de tecnicismos innecesarios.
2. Deformar los hechos, omitiendo algún detalle.
3. Equivocar ciertos datos, términos o citas.
4. Hacer demostraciones matemáticas no convincentes.
5. Confundir los hechos con las opiniones.
6. Incurrir en contradicciones.
7. Desarrollar en forma incompleta algún punto.
8. Disponer secciones o párrafos en forma desordenada.
9. Emplear periodos largos y complicados.
10. Repetir innecesariamente la misma palabra o idea.
11. Abusar de tecnicismos innecesarios.
El informe del auditor no es el producto de una inspiración momentánea que se permite expresar a unos directivos, sino una respuesta a una pregunta a otras personas en busca de información libre de inexactitudes para llegar a un conocimiento perfecto de la realidad económica de una entidad sin que interfieran visiones personales modificadas.


Contador Público Universidad Central, Especialista en Ciencias Tributarias Universidad Central, Diplomado Contabilidad Internacional y Modelo Contable Internacional NIC – NIIF, curso finanzas para los negocios con aplicaciones en Excel, Universidad Nacional de Colombia; con más de 20 años de experiencia en Revisoría Fiscal y auditorías integrales, lograda en entidades públicas, privadas y en firmas de auditoría nacionales e internacionales. Colaborador de Auditool.
Bogotá D.C., Colombia
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