QUE SE ACABE EL PENSAMIENTO DE GRUPO SOBRE LOS IFRS, ¡AHORA!
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10/3/2017
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Por John Hughes
Nota del traductor: En el original ‘groupthink,’ se refiere a la práctica de pensar o tomar decisiones como grupo de una manera que desalienta la creatividad o la responsabilidad individual. Para facilidad del lector se le traduce aquí como ‘pensamiento de grupo.’
¿La contabilidad canadiense sufre de pensamiento de grupo? pregunta un reciente artículo de Canadian Accountant escrito por Al Rosen.
El lector regular de este blog puede inmediatamente estar esperando una recitación de las maneras mediante las cuales no estoy de acuerdo con Rosen (tal y como recientemente lo señalé aquí). Pero actualmente, en esta ocasión voy a restarle importancia a los aspectos del artículo con los cuales principalmente no estoy de acuerdo, para centrarme en los aspectos con los cuales parcialmente lo estoy. Así es como pinta el paisaje:
- La expresión “Dios los cría y ellos se juntan” es especialmente importante en este momento para usuarios de los estados financieros, reguladores, auditores, directores corporativos y contadores. Sicólogos y siquiatras durante largo tiempo han abordado las deficiencias de la resistencia humana ante la adversidad, alternando u oponiendo puntos de vista. Adherirse a falsas creencias debe ser evitado siempre que sea posible, especialmente en la profesión de la contaduría, la cual considero sufre de “pensamiento de grupo,” un fenómeno sicológico que ocurre en el cual el deseo por armonía o conformidad en un grupo resulta en un resultado de toma de decisiones irracional o disfuncional. Auditores y legisladores actualmente sufren de este comportamiento imprudente; las verdaderas razones para la existencia fundacional centenaria de la presentación de reportes financieros han sido abandonadas en Canadá.
- La familiaridad, desafortunadamente, refuerza la tendencia de las personas a considerar que están “haciendo lo correcto.” Cuando otros que están asociados están pensando y comportándose como usted, ocurre además la “unidad” del refuerzo comportamental. El lavado de cerebro es amplificado cuando quienes le rodean “canalizan la línea del partido,” a pesar de los defectos flagrantes y las restricciones que son relevantes para los demás. Todos llevamos ideas y sesgos favoritos, de acuerdo con abundante investigación de los sicólogos.
- En los años 1990, los auditores de Canadá se embarcaron en un camino supuestamente nuevo, pero destructivo, de adoptar opciones que de manera repetida entonces y ahora parece que carecen de sabiduría. El entrenamiento de quien estudia para auditor, por ejemplo, abandonó los más de 30 años anteriores de intentar vincular las necesidades de decisión del usuario con la presentación de reportes de información. Mostrarles a los estudiantes el valor de una o quizás dos opciones de contabilidad sobre varias otras ayudó a proporcionar mayor valor de información del auditor para los lectores de la presentación de reportes financieros. Antes de los 1990 la presentación de reportes financieros había tenido un propósito claro; era principalmente para decisiones y evaluaciones del inversionista y del acreedor…
- La combinación de entrenamiento en-el-trabajo, similar-al-robot, directamente entró en conflicto con los engañosos anuncios para reclutar estudiantes. El asecho en el fondo era un peculiar deseo para incrementar los números de contadores registrados, principalmente por propósitos de cabildeo político. El número de estudiantes que aprobó los exámenes de entrada se incrementó de manera importante. La estrechez comporta mental se arraigó en la cara del diálogo y el pensamiento diversos que podrían atraer “sangre nueva” con ideas valiosas para un cambiante futuro en los negocios…
La adopción de los IFRS, tal y como Rosen la ve, es el último resultado de esta triste historia poco prometedora – “Demandar lealtad de los subordinados para apoyar IFRS peligrosos es solo un ejemplo de fomentar la creciente falta de respeto para con la presentación de reportes financieros.” Bien, tal y como he dicho, no estoy de acuerdo con todo ello. Pero, al igual que Rosen (y sin necesidad de estar de acuerdo con la manera específica en la que establece la historia), también siento que la profesión contable con los años se ha vuelto menos intelectualmente diversa (aún cuando se convierta más por diversas otras medidas) – por ejemplo, quienes ingresos ahora es menos probable que provengan con antecedentes en artes, u otros (yo estudié cine y filosofía y nunca pensé en contaduría profesional sino cuando se estaba acercando la graduación – es muy improbable que ahora encontrara un camino en la profesión, con tales antecedentes y mentalidad). Para mí, como para él, esto puede deberse en parte a nostalgia color de rosa no confiable, pero también recuerdo una época cuando, en ausencia de cualquier lugar cercano mucho literatura de contabilidad muy detallada, la presentación de reportes financieros era un ejercicio más conceptualmente vibrante, menos dependiente de analizar los matices de los estándares. Es posible imaginar un entorno alternativo orientado-a-los-IFRS que preserve esas fortalezas pasadas – donde los estándares sean verdaderamente estructuras basadas-en-principios para comprometerse de manera progresiva con cómo identificar y satisfacer de la mejor manera las necesidades de los stakeholders, más que, tal y como actualmente están tendiendo a ser, una agotadora lista de cosas ampliamente resistentes ante la materialidad, que usted tiene que hacer.
Algunos pasajes del artículo de Rosen son bastante divertidos, si bien no estoy seguro de en qué extensión ello es deliberado, como lo es su explosión sobre la “representación equivocada glorificada” que se encuentra en revistas y publicaciones de contabilidad canadienses: “La publicidad frecuente muestra imágenes de glamorosos estudiantes de auditoría que vuelan en helicópteros y tienen roles importantes.” ¿En oposición a, quizás, imágenes de estudiantes de auditoría que de manera elocuente denuncian a los IFRS? También proporciona un medio para “probar de manera fácil la fortaleza intelectual de auditores y contadores en Canadá,” tal y como sigue:
- Escoja un par de oraciones de esta columna que impliquen inflexibilidad y léalas a sus colegas. Un rechazo rápido fácilmente podría demostrar no más que reflejar su opinión precipitada o podría demostrar una falta de voluntad para considerar cualquier contra-opinión valiosa.
No estoy seguro de que el funcionamiento de la prueba sea totalmente claro, pero hay que admirar la certeza de Rosen de que la fuerza intelectual se mide mejor a través de las reacciones de un individuo ante su propia escritura. En una línea similar, parece seguro que los miembros de la profesión contable debidamente seleccionados y entrenados se opondrían a los IFRS, aunque ciegos ante la ironía de que esto aparentemente sólo constituiría su propio tipo alternativo de “pensamiento de grupo”.
Tal y como lo dije, puedo compartir este punto de vista amplio acerca de la conveniencia de una carpa más grande, mientras se mantiene una visión diferente de lo que probablemente transpiraría dentro de ella. Pero entonces, si estoy de acuerdo con él sobre cualquier cosa, ¿cómo podría saber que yo estaba volando con mis propias alas…?
Las opiniones expresadas son únicamente las del autor.
Esta traducción no fue revisada ni aprobada por el autor.
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John Hughes, CA, es consultor en contabilidad y presentación de reportes financieros, y el autor de IFRS Literacy: Understanding the new Financial Statements [Alfabetización IFRS: Entendiendo los nuevos estados financieros]. Ha trabajado en diversas capacidades en Deloitte, Ernst & Young y (actualmente) en MNP LLP, y durante seis años fue Manager, Corporate Finance, en la Ontario Securities Commission.
Su blog es reconocido como uno de los mejores en todo el mundo alrededor de las temáticas relacionadas con los IFRS.
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