viernes, 7 de octubre de 2016

Panamá Papers: Investigan a empresarios de la Región

El fiscal federal Gómez Barbella solicitó investigar a 12 empresarios vinculados a los Panamá Papers.

Se trata de 12 empresarios que estarían vinculados con firmas off-shore. Para el fiscal federal Leonel Gómez Barbella, “existe mérito de sospecha” de lavado de activos de origen delictivo.
El fiscal federal de Lomas de Zamora Leonel Gómez Barbella solicitó investigar la vinculación de 12 empresarios de la Zona Sur del Conurbano con firmas off-shore.

Fue a partir de los denominados Panamá Papers, luego de una pesquisa preliminar, realizada con la colaboración de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a cargo del fiscal general Gabriel Pérez Barberá y la fiscal Laura Roteta.

Gómez Barbella reseñó en el requerimiento que la investigación preliminar se inició a raíz de “diversas consultas a la información y de datos” disponibles en la web del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación -ICIJ en inglés- y por el diario alemán Süddeutsche Zeitung en conjunto con 376 periodistas de 78 países, en donde fueron publicados más de 11,5 millones de documentos internos de la firma Mossack y Fonseca.

Según precisaron, "en el formulario de consulta se ingresaron las localidades y partidos correspondientes a la jurisdicción sobre la que tiene competencia la fiscalía federal, y el siguiente paso fue la realización de consultas en Nosis y el relevamiento de expedientes judiciales diseminados en diversos fueros y jurisdicciones, vinculados a los hombres y mujeres en cuestión".

Empresarios investigados. Los nombres de las personas que arrojó la búsqueda -y que fueron imputadas con el transcurso de la investigación- son los de Carlos Luciano Begue, Liliana Alicia Rodofili, Alejandro Luis Begue, Fernando Carlos Begue, Mariela Bettina Begue y Sergio Augusto Begue -todos ellos vinculados al consorcio Mantuana SA de las Islas Vírgenes Británicas y dirección fiscal registrada en Adrogué-; Daniel Osvaldo Bootz -con presunto nexo al consorcio Barkwith Group Limited de las Islas Vírgenes Británicas y domiciliado en Adrogué-; Nelson Rubén Casado - con supuesta dirección en Burzaco y mencionado con relación a Silver Dragon International, inscripta en las Islas Seychelles -; Javier Adrián Pellegrini -con presunta vinculación a YelowTown lnvestments Group S.A y dirección en Lanús; Rodolfo Orlando Fernández y Viviana Sosa de Fernández -mencionados con vínculo con Soday Corp. de las Islas Vírgenes Británicas y residentes en Ezeiza; y Armando Donato Cianfagna -vinculado a Franber Corporation, registrada en las Islas Vírgenes Británicas, y domicilio en Adrogué-.

El fiscal federal consideró que del análisis integral y concordado de los antecedentes de la pesquisa preliminar, “existe mérito de sospecha”, en principio, del delito de lavado de activos de origen delictivo (artículo 303 del Código Penal) y posibles infracciones al Régimen Penal Tributario.

El pedido. El fiscal solicitó medidas de prueba, entre las que se cuentan el “levantamiento del secreto fiscal, búrsatil y bancario” de las personas imputadas; un informe a la Unidad de Información Financiera (UIF) donde “se analice todo reporte de operación sospechosa (ROS) como así también todo reporte sistemático mensual (RSM)” y el requerimiento a las unidad financieras de otros países, “en especial Panamá”.

Gómez Barbella advirtió que “el uso de sociedades extranjeras offshore (…) permitió el obrar en la clandestinidad de sujetos que buscaban burlar toda clase de imperativos legales mediante la actuación por interpósita persona”. “El carácter de sociedad offshore revela que se trata de una sociedad constituida en fraude a las leyes nacionales, dado que las personas que operan dicha sociedad eligieron crear un ente en otra jurisdicción para beneficiarse de un régimen de subreglamentación y opacidad, que permite obrar en la clandestinidad”, contextualizó.

En ese sentido, precisó que “el lavado de activos de origen delictivo puede definirse como ‘el conjunto de operaciones y procedimientos por los que bienes de naturaleza delictiva son incorporados e integrados al sistema económico legal institucionalizado, confiriéndoles apariencia legítima’”. El Código Penal prevé penas de tres a diez años de prisión a quienes incurriesen en ese delito.
* Nota correspondiente a la publicación del día 04 de Octubre de 2016

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