Hoy las empresas cumplen un rol económico social en el desarrollo de sus funciones, que repercute en el bien común. Dicho rol contempla la contribución al crecimiento económico, el progreso social, el cuidado medioambiental y el aporte de la calidad de vida de las personas que constituyen la comunidad.
De acuerdo a la Declaración de Río 1992[1], estos tres pilares de la sustentabilidad, reconoce como eje de sus decisiones a la persona humana. Según esta declaración: “Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con el desarrollo sustentable. Tienen derecho a una vida saludable y productiva”.
Evolución del concepto de Desarrollo Sustentable
Hasta los años 60 la naturaleza era considerada un instrumento para beneficiar al hombre. El objetivo era mejorar la calidad de vida material del hombre. Se la explotaba, manipulaba y modificaba sin importar la manera ni sus consecuencias.  Se producía un flujo de recursos de la naturaleza a la economía y otro flujo de residuos al medio ambiente, donde el daño cuando era notado podía ser fácilmente reparado gracias a los avances tecnológicos de la época.
 A fines de la década del 60 percibiendo los países industrializados problemas ambientales, comienza en ellos un proceso de institucionalización de la necesidad de una gestión ambiental para sus procesos productivos. Se crean agencias gubernamentales de control ambiental y se realizan estudios de impacto ambiental.
Percibiendo con posterioridad el agotamiento de los recursos de la naturaleza y el significativo avance de la contaminación ambiental, comienzan a definirse especialmente a nivel gubernamental estrategias de gestión ambiental y nuevas técnicas de monitoreo ambiental. Estas estrategias y técnicas fueron orientadas entre otros conceptos a la eficiencia energética, conservación de los recursos en general, restauración ecológica, adopción del principio del contaminador pagador, uso de tecnologías limpias y a la definición de los costos sociales de la contaminación
El modelo de desarrollo económico debe incluir las incertidumbres ecológicas en su planificación, selección de medios, división de responsabilidades y beneficios. En este concepto se sustituye el principio del contaminador pagador por el principio de pagar para prevenir la contaminación.
En el ámbito internacional se incorpora el concepto de desarrollo sustentable. Podemos considerar al medio ambiente, como el conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos y sociales que interactúan en una región. El estudio de la interacción entre medio ambiente y las industrias debe tener como objetivo alcanzar los beneficios económicos de la actividad, con el mínimo deterioro del ambiente. Es lo que normalmente definimos como “Desarrollo Sustentable.”
Todas las estrategias preventivas se encuentran en el marco conceptual del desarrollo sustentable cuyo objetivo es: “Lograr un desarrollo equilibrado con crecimiento económico, equidad social y utilización racional de los recursos naturales, con el fin de satisfacer las necesidades de las presentes generaciones sin comprometer la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades”.[2]
El concepto de desarrollo sustentable no es nuevo, si bien ha sido ampliamente utilizado desde hace tiempo, comenzó a tener repercusión a nivel mundial a partir de la publicación del Informe Bruntland[3] en 1987. Este informe fue el punto de partida de una serie de consultas internacionales que culminaron en la conferencia de Río de Janeiro donde fue incorporado en la agenda 21, a partir de esta fecha los distintos países fueron integrándolo en sus agendas ambientales.
El desarrollo sustentable es una aproximación integral al gerenciamiento de los recursos ambientales, económicos y sociales a largo plazo. En términos simples significa modificar la forma de tomar decisiones de manera tal que en ella se incluyan la identificación y evaluación de los impactos económicos, sociales y ambientales y la evaluación a partir de esta información de la sustentabilidad a largo plazo. Para implementar este tipo de estrategias es necesario que todos los actores (gobierno, comunidad y empresas) trabajen conjuntamente.
El Medio Ambiente como Recurso
 El Medio Ambiente es el conjunto de factores naturales, sociales, económicos, culturales y estéticos, que están interrelacionados entre sí, con los seres humanos y con la sociedad, formando una integración de factores y recursos, y constituyéndose en un entorno ambiental o vital, indisociable para el ser humano, para un desarrollo, tanto a nivel individual como social.[4]
La Norma ISO 26000 pretende ayudar a las organizaciones a contribuir al desarrollo sostenible. Tiene como propósito fomentar que las organizaciones vayan más allá del cumplimiento legal, reconociendo que el cumplimiento de la ley es una obligación fundamental para cualquier organización y una parte esencial de su responsabilidad social. Se pretende promover un entendimiento común en el campo de la responsabilidad social y complementar otros instrumentos e iniciativas relacionadas con la responsabilidad social, sin reemplazarlos. Al aplicar la Norma ISO 26000 es aconsejable que la organización tome en consideración la diversidad social, ambiental, legal, cultural, política y organizacional, así como las diferencias en las condiciones económicas, siempre que sean coherentes con la normativa internacional de comportamiento.
¿Por qué es importante la responsabilidad social?
A escala mundial, las organizaciones y sus partes interesadas son cada vez más conscientes de la necesidad y los beneficios de un comportamiento socialmente responsable. El objetivo de la responsabilidad social es contribuir al desarrollo sostenible. El desempeño de una organización en relación con la sociedad en la que opera y con su impacto sobre el medio ambiente se ha convertido en una parte crítica al medir su desempeño integral y su habilidad para continuar operando de manera eficaz. En parte, esto es reflejo del creciente reconocimiento de la necesidad de asegurar ecosistemas saludables, equidad social y buena gobernanza de las organizaciones. En el largo plazo, todas las actividades de las organizaciones dependen de la salud de los ecosistemas mundiales. Las organizaciones están sometidas a un escrutinio cada vez mayor por parte de sus diversas partes interesadas.
 La Gestión de la Responsabilidad Social dentro de la estructura de un ente empresarial, surge a partir preguntas existenciales: ¿Qué tipo de organización quieren ser? ¿Cómo se gestionara el cambio? ¿Cuál es la propuesta de valor a la sociedad? ¿Cómo se comunica? .Son los planteos iniciales a la hora de evaluar firmar el pacto. Algunos conceptos que también participan en sustentabilidad dentro de la estructura empresarial a raíz de estas preguntas son: visión, liderazgo, empoderamiento, recursos, políticas estratégicas, procesos e inversión, impacto en la gente, impacto en la cadena de valor, impacto en la sociedad y por sobre todo la responsabilidad.[5]
Una estrategia Sustentable
La propuesta es reflexionar y afirmar acerca de los  principios que parecen obvios, destacando su importancia como fuente de inspiración para la acción política concreta, es decir, para las “ideas” que intentamos plasmar cuando actuamos en la vida pública y política.
Si bien las relaciones con las comunidades suelen construirse en el contexto de los procesos de permisos ambientales, es fundamental que estos vínculos se perpetúen a lo largo de todas las actividades que involucran los proyectos y no solo durante tiempos o procesos específicos.  Por ello, se recomienda que los gobiernos corporativos estén directa y permanentemente involucrados en el proceso de diseño, implementación, evaluación y mantención en el tiempo de un plan de desarrollo en conjunto con las comunidades, que contribuya a mejorar su calidad de vida y cuyo sustento sea la confianza y el respeto mutuo, el compromiso y la responsabilidad
La tendencia apunta, asimismo, a implementar y mantener actualizado un plan de trabajo que persiga que los resultados de un determinado proyecto sean buenos no sólo para la organización y sus colaboradores, sino que de igual forma para la comunidad y el medio ambiente. La responsabilidad con las personas, el entorno y los recursos naturales tiene como base el cumplimiento de las normativas y leyes medioambientales
Por otro lado, la responsabilidad social sin rentabilidad para las empresas está condenada a morir y la rentabilidad sin responsabilidad social, condenada a desaparecer. Cuando hay un equilibrio entre ambas visiones, podemos hablar entonces de sustentabilidad, al hacer referencia a la responsabilidad social y hablar de competitividad con relación a la rentabilidad.
Por último, como consecuencia directa de la implementación de este programa de RSE, las empresas logran una diferenciación dentro del mercado, su identidad e Imagen para posicionarse.
[1] Declaración de Río sobre el Medioambiente y el Desarrollo.(1992).http://www10.iadb.org/intal/intalcdi/PE/CM%202012/11109.pdf
[2] ISO 26000 “Responsabilidad Social Empresaria”(2010).http://www.iso.org/iso/discovering_iso_26000-es.pdf
[3] El libro “Nuestro Futuro Común” (nombre original del Informe Brundtland) fue el primer intento de eliminar la confrontación entre desarrollo y sostenibilidad. Presentado en 1987 por la Comisión Mundial Para el Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, encabezada por la doctora noruega Gro Harlem Brundtland, trabajó analizando la situación del mundo en ese momento y demostró que el camino que la sociedad global había tomado estaba destruyendo el ambiente por un lado y dejando a cada vez más gente en la pobreza y la vulnerabilidad.
[4] Gómez Piñeiro, J.(1996) “Planificación y Gestión Del Medio Ambiente : Políticas Ambientales. Propuestas y Planteamientos Internacionales”.http://www.ingeba.org/lurralde/lurranet/lur19/19gomez/19gomez.htm
[5]   Medio Ambiente. “Los 10 principios del Pacto Global”.www.pactoglobal.org.ar