NO CONFUNDAS LA INDEPENDENCIA CON LA OBJETIVIDAD
Estándar
03 de mayo de 2010
Recientemente asistí a una conferencia de auditoría interna fuera de Norteamérica. Uno de los oradores principales hizo una presentación sobre lo que él pensaba que era un tema muy provocativo. Fue su afirmación de que los auditores internos no son “independientes”, así (afirmó) la definición misma de auditoría interna era defectuosa. Sabía que yo estaba en la audiencia, y creo que esperaba que desafiaría sus puntos de vista como inexactos. De hecho, su afirmación de que los auditores internos no son independientes no es provocativa en absoluto. Las Normas Internacionales para la Práctica Profesional de Auditoría Interna ( Normas ) no afirman que el auditor interno es independiente. A menudo la gente confunde el atributo organizacional de la “independencia”
Han pasado casi 10 años desde que me desempeñé como miembro del Consejo de Normas de Auditoría Interna (IASB) del IIA. Nos cobraron con la revisión más extensa de los estándares en más de una generación. Recuerdo vívidamente los apasionados debates en los que nos ocupamos de temas tan esenciales para el tejido de nuestra profesión como la independencia y la objetividad. Si bien recuerdo, no hubo un verdadero debate sobre si un auditor interno individual es independiente. Claramente como empleados de su empresa, ni el director ejecutivo de auditoría ni ninguno de su personal puede técnicamente ser independiente de esa misma empresa. Sin embargo, es fundamental que la actividad de auditoría interna sea libre de ejecutar sus responsabilidades. Es vital que la junta directiva se sienta cómoda de que la auditoría interna “
Al final, acordamos que la “independencia” es un atributo organizativo. Norma 1100 – Independencia y Objetividad establece: “La actividad de auditoría interna debe ser independiente, y los auditores internos deben ser objetivos en el desempeño de su trabajo”. Al aclarar lo que significa la independencia en el contexto de las Normas, la interpretación de acompañamiento dice:
“Independencia es la ausencia de condiciones que amenacen la capacidad de la actividad de auditoría interna o el ejecutivo principal de auditoría para llevar a cabo las responsabilidades de auditoría interna de manera imparcial.Para lograr el grado de independencia necesaria para llevar a cabo eficazmente las responsabilidades de la actividad de auditoría interna , El director ejecutivo de auditoría tiene acceso directo y sin restricciones a la alta dirección y al directorio “.
En caso de que haya alguna duda sobre lo que se entiende por independencia , el Estándar 1110 – Independencia Organizacional aclara aún más que:
“El director ejecutivo de auditoría debe informar a un nivel dentro de la organización que permita que la actividad de auditoría interna cumpla con sus responsabilidades.” El director ejecutivo de auditoría debe confirmar al consejo, al menos anualmente, la independencia organizacional de la actividad de auditoría interna.
Además de la “independencia organizacional”, las Normas también definen claramente la objetividad . Una vez más, el Estándar 1100 – Independencia y Objetividad dice:
“La objetividad es una actitud mental imparcial que permite a los auditores internos realizar compromisos de tal manera que creen en su producto de trabajo y que no se hacen compromisos de calidad.” La objetividad requiere que los auditores internos no subordinen su juicio sobre los asuntos de auditoría a otros.
En definitiva, si bien como profesionales de auditoría interna no somos independientes de la organización, debemos mantener nuestra objetividad al realizar nuestro trabajo.
Si bien mi blog representa mis propios puntos de vista, y no necesariamente los del IASB, creo que el IASB ha sido muy claro y coherente en sus opiniones sobre este tema: La actividad de auditoría interna debe ser independiente y los profesionales de auditoría interna Debe seguir siendo objetivo. Para mayor información sobre la independencia y la objetividad, la IIA Research Foundation ha publicado una excelente monografía: Independencia y objetividad: un marco para los auditores internos.
Doy la bienvenida a sus pensamientos.
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