martes, 17 de enero de 2017

FUNDAMENTOS SÓLIDOS DE UNA INVESTIGACIÓN DE FRAUDE

Estándar

La auditoría forense es un enfoque técnico que tiene como finalidad el examen y la revisión de los indicios, procesos, hechos y evidencias para la detección y/o investigación de posibles actos que puedan implicar alguna irregularidad o conducta delictiva, con el propósito de documentar mediante pruebas legales y suficientes las conclusiones derivadas de la aplicación sistemática de los procedimientos y de los hallazgos resultantes.
La elección apropiada del equipo auditor –con carácter multidisciplinario- se convierte en premisa fundamental que fortalece la construcción del caso. En este contexto, conviene explicar la necesidad imperante de asegurar la incorporación de los mejores perfiles, avalados por su experiencia, prestigio y las certificaciones, credenciales o designaciones profesionales de su especialización; y se cuidará de conjuntar los atributos personales así como las competencias profesionales para alcanzar un alto desempeño y rendimiento en su labor y liderazgo.
No se debe conducir una revisión si no existen indicios razonables de una conducta irregular -presente, pasada o futura- por lo que resulta relevante entender y analizar objetivamente la información que se encuentra disponible, revisar y explorar diversas posibilidades y, en su caso, construir el perfil de los posibles defraudadores.
Plan de Investigación
La investigación de fraude se inicia con el entendimiento que el caso terminará en un litigio. Para iniciar una investigación primero tiene que existir un indicio claro que un hecho fraudulento ha ocurrido, está ocurriendo, o está a punto de ocurrir.
El estudio integral del caso conlleva el razonamiento y el entendimiento de los acontecimientos, que provocan la generación de las hipótesis para discurrir la teoría del caso.
A partir de esta serie de nociones de hechos y planteamientos, el equipo forense dispuesto y a cargo de esa responsabilidad, se reúne para elaborar su plan de trabajo que es el documento escrito donde plasmará el conjunto sistematizado de actividades estructuradas y las acciones pertinentes que considere y que les permitirá encaminarse y desarrollar, con un enfoque forense, la serie de procesos para corroborar las líneas de investigación; cada uno de los pasos que se describen, tendrán una razón de ser para obtener los medios probatorios indispensables y construir el caso. El caso prueba la inocencia o culpabilidad del implicado.
El plan abarca los pasos necesarios incluyendo el objetivo, el alcance y cronograma de actividades; el perfil y funciones de cada integrante del equipo investigador; la metodología aplicable, los procedimientos y las técnicas forenses y debe considerar la necesidad de la contratación o la intervención de peritos externos. En conclusión, el plan será la guía integral con la serie de acciones encaminadas para la obtención de la evidencia en el plazo establecido y la determinación de la existencia o no de fraude.
La Entrevista
Es parte fundamental de la investigación de fraude. El plan de investigación contempla un plan de entrevistas forenses, cuya aplicación requiere de conocimiento especializado en esa materia, ya que se siguen ciertas reglas de preparación que manejan los entrevistadores certificados, y que van desde el establecimiento del “rapport”, una relación marcada por armonía, el lugar donde se llevará a cabo la entrevista, el orden en que deben ser entrevistadas cada una de las personas, sea en calidad de testigos, de informantes, o de potenciales defraudadores, hasta las técnicas y el tipo de preguntas que se formularán para cada testigo de acuerdo a su perfil.
Enfatizo la importancia de capacitarnos en los temas vinculados a nuestra profesión, especialmente en lo inherente a entrevistas. Existen esquemas y tipos diversos de interrogatorio y por ende, la preparación y postura para confrontar o enfrentar a la persona de la cual se pretende obtener información resulta relevante para llevar a buen término la investigación. En el Sistema de Justicia Penal Acusatorio, donde el interrogatorio y contrainterrogatorio son parte fundamental de los juicios orales, es imperativo desarrollar habilidades como interrogador profesional.
Progreso de la Investigación
El enfoque de la revisión puede sufrir cambios o modificarse en cualquier momento, derivado de la obtención de información inesperada, del avance en la ejecución y desarrollo de los procedimientos. Es posible que sucesos aislados, los cuales eran completamente desconocidos, tomen un papel relevante, para descartar o reformular hipótesis; o ayuden a corroborar datos adicionales abriendo un panorama holístico que propiciará un mejor entendimiento de los hechos.
Cada revelación y testimonio debe ser analizado a la luz de los acontecimientos y otros resultados derivados de los procedimientos, para su posterior interpretación con un razonamiento articulado y vinculatorio; aplicar nueva metodología a partir de los hallazgos o descubrimientos es ponerse al ritmo de la actualidad en aspectos esenciales que ayudarán a una mejor comprensión de los hechos y a recopilar mayor evidencia relevante al caso concreto siempre basados en hechos concretos y demostrables con evidencia.
La planeación cuidadosa, la aplicación cabal de los procedimientos, la motivación y la creatividad que permiten abrir la mente del investigador a nuevas ideas, fortalecen el ánimo para construir un caso sólido, y serán factor preponderante para el éxito y la búsqueda de respuestas.
Subrayo la importancia del juicio profesional de quienes se dedican a las actividades de auditoría o de investigación. Cada una de las decisiones adoptadas debe conducir a la búsqueda de la verdad, a conocer el modo, el tiempo y la circunstancia de los acontecimientos y develar a los responsables o perpetradores de fraude.
El manejo y la aplicación de las diversas técnicas forenses y la creatividad del investigador, aportan datos adicionales que se entrelazan y amplían el campo de acción del investigador forense.
Las habilidades y destrezas del auditor forense le permiten visualizar y enfocar el caso de otra manera, con objetividad y sin prejuicios. La capacidad de aprendizaje es una condición humana permanente, y debe tener bases éticas sólidas así como la introyección de valores.
La revisión se robustece si se garantiza la aplicación de las mejores prácticas globales en materia de investigación de fraude. Entender los puntos clave, investigar en un ámbito de legalidad y respeto tanto al debido proceso como a los derechos humanos; enfatizar información relevante; indagar para descubrir los hechos y circunstancias del caso; describir los hallazgos sin sesgo; preservar la confidencialidad; no hablar de más; tener consciencia de las consecuencias de dar a conocer ilegalmente el curso de la revisión; trabajar rápido, con discreción y sin interrupciones.
Inducir a una persona a cometer un acto ilegal para obtener información o evidencia es totalmente inaceptable. Preservar la cadena de custodia es prioritario para el éxito de la investigación de fraude. Razonar las prioridades estratégicas, confirmar, reorientar o replantear las hipótesis a partir de los resultados garantiza que los hallazgos finales estén de acuerdo a los hechos factuales o concretos.
Es importante considerar los posibles escenarios que pudiesen presentarse. Evitar procedimientos meramente estéticos o inservibles, es decir, que el resultado no nos lleve a nada concreto. Saber elegir entre las opciones que se van presentando, y a eso ayuda infinitamente, un buen juicio profesional y reitero, la elección y perfil del equipo auditor es parte fundamental del éxito. El fracaso está asegurado con gente inexperta, incompetente y desmotivada. Evitar comentar sobre la revisión en proceso hasta en tanto no se tengan resultados o contaminarla por intereses personales.
Conectar, vincular, razonar, argumentar, reorientar. Este círculo virtuoso nunca falla. Cuidado con buscar justificaciones para solapar, ayudar o determinar la viabilidad de un caso; es tan grave como dejar en manos de un inexperto o ineficiente la decisión de abrir o cerrar un expediente; ningún profesional que se considere serio puede determinar si existen o no indicios de mala práctica, de fraude o corrupción con una simple hojeada al expediente. Seamos serios.
Recalco que formular un plan de entrevistas forma parte de una auditoría o investigación forense que se considere sólida. Los datos, precisiones y mucha evidencia circunstancial y testimonial que se obtiene de la aplicación de esta técnica forense, nos brinda un mayor abundamiento del caso y nos acerca a la verdad; en esto radica la importancia del procesamiento y de la interpretación del cúmulo de información, y la habilidad del entrevistador de “hacer a un lado la paja” que se desprende de la relatoría de los entrevistados para establecer su vinculación con los resultados derivados de otros procedimientos aplicados; enlazados todos en un razonamiento articulado y vinculatorio que nos brinde elementos para comprobar la veracidad de hechos o recopilar la evidencia pertinente, competente, suficiente y relevante. Preguntar NO es de mala educación.
Los buenos auditores son capaces de reinventarse. No se pueden resolver los problemas simplemente con buenas intenciones. Hay que generar mayores elementos de convicción. Asegurar la imparcialidad, la integridad, la independencia y el prestigio de los equipos de investigación. Debo dejar claro que hago alusión aquí como sinónimo, al auditor o al investigador forense. Ambos tienen un mismo objetivo: conocer la verdad, documentar el caso en apego a la legalidad y brindar las pruebas suficientes y competentes para ser presentadas, en su caso, ante la autoridad correspondiente, en la búsqueda de la impartición de justicia.
Ser más exhaustivos en nuestra actividad, promover la cultura de la denuncia y tejer una red de información amplia; dedicar tiempo específico y adecuado al autoestudio son fundamentales para un investigador forense.
Dejarse vencer por la adversidad y decaer en el intento no son opciones. Necesitamos más investigadores y auditores profesionales certificados como examinadores de fraude (CFE). Regálense esta designación: Obtengan su credencial como Certified Fraud Examiner.
El servilismo, la ignorancia y el sometimiento son inaceptables. Hay tanto por hacer en la lucha contra la corrupción y el fraude pero faltan profesionales dedicados y tenemos mucho por mejorar.
Dra. Muna D. Buchahin Abulhosn
CFE, CGAP, CRMA, CFI, MA
Vicepresidenta ACFE-Capítulo México http://acfe-mexico.com.mx/
El anterior artículo cuenta  con la autorización original de la Revista de Fraude de la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados,ACFE Capítulo México, donde se realizó la publicación primaria, y se autorizó su publicación en www.auditool.org

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