Por: Javier Fernando Klus, MBA, CIA.
En estos tiempos, cada vez más inciertos, hemos comenzado a escuchar el término “Disrupción Digital”, “Revolución Industrial 4.0” y otras definiciones similares, las cuales empiezan a mostrarnos que estamos en los albores de una nueva época de cambios que, según la mayoría de los analistas, tendrán un impacto no solo en el trabajo, sino en los procesos y en la misma existencia de las organizaciones.
Al analizar esta nueva era es conveniente, primeramente, establecer ¿por qué llamamos a esta nueva era Disrupción y no Evolución? Si buscamos el término evolución dentro de un diccionario, encontraremos que esta palabra se refiere a “un cambio o transformación gradual de algo, como un estado, una circunstancia, una situación, una idea, etc”. Por otro lado, si buscamos el significado de disrupción veremos que se refiere a “la interrupción súbita de algo”. La utilización de uno u otro concepto no es un tema menor, pues nos permite determinar lo dramático del cambio que se avecina.
Si nosotros hubiéramos estado a fines del Siglo XIX fabricando velas, de alguna forma estaríamos en el negocio de la iluminación, si este negocio hubiera evolucionado, actualmente estaríamos hablando de un conjunto de empresas, profesiones, etc., relacionadas con la fabricación y producción de velas; el mundo, como lo conocemos ahora, sería diferente, y sinceramente sería como hacer un ejercicio de futurología pues realmente no podemos evaluar el impacto de este cambio en la línea de tiempo.
Pero esto no ocurrió y nosotros actualmente estamos viviendo el impacto de la disrupción, es decir, el cambio abrupto de un concepto como la iluminación a través de velas, a otro utilizando la energía eléctrica. Los procesos de muchas empresas, los empleos existentes (por ejemplo Ing. Electromecánico) y un montón de otros aspectos están influenciados por este cambio abrupto.
Volviendo al presente, podemos decir que nosotros estamos en los albores de un acontecimiento similar al mencionado anteriormente, en el cual no podemos medir el impacto que el mismo tendrá en el futuro, se puede deducir que muchos empleos ya no existirán (como en el caso de las velas) pero también se puede concluir que existirá una gama de nuevos empleos, empresas, etc. que actualmente no podemos determinar a ciencia cierta como serán.
Si igualmente analizamos el ejemplo dado con las velas, podemos concluir que no será un cambio catastrófico, sino que exigirá un reacomodamiento, con actores que ganarán, con nuevos jugadores que surgirán y otros que lamentablemente desaparecerán.
Como mencionamos, la disrupción digital y todos los aspectos relacionados con la misma (Robotic Process Automatitation, Inteligencia Artificial, Machine Learning, etc.) definitivamente impactarán en los procesos de las compañías y, como sabemos, los procesos impactan en las personas que los ejecutan.
En un primer momento, los procesos más repetitivos y estandarizables serán los más afectados por este acontecimiento en el largo plazo y, en la medida que el concepto de inteligencia artificial evolucione, podremos encontrar procesos más complejos en los que el hombre y la maquina convivan y realicen de forma conjunta ciertos análisis.
Javier Fernando Klus, MBA, CIA.
Gerente de Auditoría de una firma internacional de auditoría, especialista en Auditoría Interna, Control Interno, Auditoría, Evaluación de Riesgos, Riesgo Financiero, SOX, Gestión de Riesgo, Gestión de Proyectos, Riesgo Operacional. (Universidades Pontificia Universidad Católica Argentina, Instituto de Auditores Internos, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Argentina de la Empresa).
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