ARTÍCULOS CONTROL INTERNO
C.P. Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool
La cultura ética de una empresa está afectada por diferentes factores. El primero de ellos es el compromiso de la alta dirección. Los empleados, además de escuchar a sus líderes y superiores, también observan cómo actúan. Quieren saber si el liderazgo superior está comprometido con los valores centrales de la empresa.
Este compromiso suele reflejarse en aspectos tales como el trato a los empleados. Esto es, si existe equidad. Los empleados, en adición a un trato justo, espera que no haya favoritos y no favoritos en una organización. Lo que debe existir es una alineación entre incentivos y desempeño.
La comunicación es un elemento vital al transmitir la cultura ética. Pero, ¿La alta dirección escucha a los empleados? ¿Interactúa con ellos en algún escenario y se cerciora que sus mensajes han sido debidamente transmitidos? Resulta altamente positivo que los directivos compartan ciertos espacios con empleados de diferentes niveles. Una charla alrededor de una taza de café poder ser sumamente reveladora, además de fortalecer el sentido de pertenencia del personal.
No basta con decir que la gerencia es de puertas abiertas si los empleados temen acercarse a sus líderes o directores. Esto refleja desconexión entre la teoría y la práctica. Incluso hay casos en los que se han tomado represalias contra empleados que han manifestado alguna inconformidad o han reportado conductas antiéticas.
En ocasiones, se descuida el comportamiento ético para obtener resultados. Incluso, se recompensa el logro de objetivos, a pesar de haberse obtenido con actuaciones fuera de las normas establecidas. Este mensaje finalmente se transmite por toda la organización, alterando sus valores. Las acciones son más fuertes y convincentes que las palabras.
Una de las claves para el fortalecimiento de una conducta ética al interior de las organizaciones, es la alineación entre sus valores, lo que dice la alta gerencia y lo que hace. De allí la importancia del compromiso, el trato justo y la comunicación. En el marco de control interno de COSO, se ilustra claramente este hecho por medio de los elementos de ambiente de control y de información y comunicación.
Los auditores deben prestar especial atención a la manera en que estos elementos se integran en la organización, pues esta circunstancia influye de manera directa en la ejecución de su trabajo.
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