INFORMACIÓN FINANCIERA:
Para que la información financiera sea útil, debe ser relevante, fiable, transparente, de manera que la misma proporcione información al usuario que la lee, que sirva de base para la toma de decisiones.
Estas decisiones varían dependiendo del tipo de usuario que el lector sea. No busca la misma información una institución financiera que le prestó dinero a la entidad, que un probable inversor, o un proveedor de inventarios de materia prima, material de empaque y/o suministros o un cliente que compra productos terminados o servicios.
Todos buscan algo de esos estados financieros y no necesariamente lo mismo. Se necesita información que recoja, todas las transacciones que hayan ocurrido, que se hayan causado, independientemente si estas se han pagado o cobrado, ya que transacciones causadas y no cobradas o no pagadas, conforman parte de los activos de la entidad, como lo son las diferentes cuentas por cobrar que nos podemos encontrar en los activos de la entidad y conforman parte de los pasivos de la entidad, como lo son las diferentes cuentas por pagar que nos encontramos en los pasivos de la entidad.
Se requiere la totalidad de la información disponible. Por ello se incluye como parte de la información financiera, adicional al Estado de Situación Financiera (balance general) conformado por activos, pasivos y patrimonio de los accionistas y del Estado de Resultados Integrales (estado de ganancias y pérdidas), conformado por ingresos, costos y gastos, un movimiento de cuentas de patrimonio, un estado de Otros Resultados Integrales, un estado de flujos de efectivo y las divulgaciones, que suelen requerir más trabajo que el conjunto de información mencionado.
Toda esa información es la base de la toma de decisiones para aquellos usuarios que no tienen acceso a información más precisa, como la tienen quienes trabajan en la entidad y sus accionistas.
INFORMACIÓN FISCAL:
Esta información es requerida por la autoridad fiscal, para recaudar tributos. La información financiera proporciona una buena base para estas recaudaciones, sin embargo, se generaría una serie de injusticias si se considerara la información financiera como información fiscal, tal como como se presenta.
Por un lado, los contribuyentes estarían siendo perjudicados si la totalidad de los ingresos financieros se consideraran también ingresos para efectos fiscales (montos grabables), pues si bien son ingresos que se han causado, algunos de ellos no se han cobrado y tener que hacer desembolsos de efectivo para pagar impuesto sobre la renta sobre una cantidad no cobrada, sería muy perjudicial para la entidad que tiene que hacer ese pago.
Del lado contrario y teniendo en cuenta que el objetivo de la autoridad fiscal es recaudar tributos, sería muy perjudicial para esta autoridad fiscal, permitir deducir para efectos fiscales, aquellos gastos que todavía no se han pagado, ya que estaría recaudando menos impuestos, sobre un efectivo que permanece en las entidades a la fecha de cierre de ejercicio.
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Sobre lo anteriormente mencionado, se entiende entonces porqué las normas financieras y las normas fiscales son diferentes. Las primeras tienen como objetivo informar sobre la totalidad de las transacciones ocurridas y causadas de una entidad para entender las operaciones de la entidad y las normas fiscales tienen como objetivo la recaudación de impuestos, sobre las operaciones que se han cobrado y que se han pagado, o sea, operaciones basadas en las entradas y salidas de efectivo.
APROXIMACIÓN A CONCLUSIÓN:
No necesariamente la normativa fiscal de las diferentes regiones se enfoca en un 100% en esta conceptualización, pero ese sí debería ser el norte común, en el cambio que se requieren en las leyes de Impuesto sobre la Renta a nivel mundial, si queremos que este cambio sea sostenible en el tiempo como resultado de un proyecto que abarque a todos los países civilizados.
Seguimos en contacto.
Saludos,
Carlos Llobet
Administrados del grupo de Facebook, VEN NIF – NIIF PLENAS – NIIF PYME
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