DIFICULTADES AL EJERCER EL ESCEPTICISMO PROFESIONAL
EstándarCREADO: 05 MARZO 2019
Por: Iván Rodríguez. Colaborador de Auditool
Los auditores en general, pero más aquellos que trabajan en temas de fraude suelen ser escépticos. En el trabajo, hay que estar permanentemente cuestionando todo. Evidencias y resultados. Hay que aplicar el sentido común e ir más allá. Sin embargo, las normas profesionales lo recuerdan de manera permanente. Parecería obvio que el auditor deba ser escéptico al ejecutar su labor y no sería necesario que una disposición profesional o legal lo exigiera.
No obstante, hay muchas circunstancias que afectan al escepticismo. Por ejemplo, las relaciones de cercanía con amigos, familiares y compañeros de trabajo pueden afectar la percepción de los sucesos. A las personas les agrada creer que quienes los rodean son suficientemente honestos. En ese sentido, se confía más en la información o evidencia recibida de ellos que de otros terceros.
La interacción regular implica que se genere un cierto grado de confianza y, por tanto, puede disminuir la rigurosidad o profundidad del análisis que se efectúa. Inconscientemente, o en ocasiones conscientemente, se considera que las personas del entorno profesional tienen la misma ética profesional, lo cual impacta el alcance y las conclusiones de los trabajos.
El escepticismo también puede verse afectado por los resultados previos. Si todo parece ir bien, no hay mucho de que preocuparse. Los buenos resultados financieros de las organizaciones, las pocas debilidades de control advertidas en el pasado pueden generar la sensación de que todo se cumple como es debido y por tanto, las evaluaciones requieren menor profundidad y se efectúan menores cuestionamientos.
Otro obstáculo en el ejercicio total del escepticismo profesional puede ser una forma de sesgo de confirmación. Si no se ha experimentado algo, es más probable creer que en realidad no sucede. Por ejemplo, cuando se cometió el fraude masivo de Enron, aún se realizaban auditorías de rutina. Sin comentar sobre la efectividad de los auditores, si hubieran empezado a documentar las banderas rojas, ¿hubieran podido predecir la magnitud del fraude? El alcance del fraude fue tan masivo que sería difícil para cualquiera que no haya experimentado un caso de ese tamaño antes de siquiera comprender lo que estaba pasando, y mucho menos saber qué buscar.
Existen otra serie de circunstancias, que de una u otra manera podrían llegar a afectar el escepticismo profesional. Por ejemplo, las permanentes modificaciones en las regulaciones locales y regionales, que implican una mayor dinámica en la planeación y en las evaluaciones, la complejidad en ciertas transacciones y los novedosos esquemas de negocios globales, imponen desafíos para los auditores.
Estas barreras al verdadero escepticismo profesional no significan que todo está perdido. Una forma en que los auditores y los examinadores de fraudes pueden fortalecer su escepticismo es utilizar la mentalidad que debe justificar, o probar, cada paso y acción de una investigación. Si alguien de confianza proporciona información sobre un caso y es aceptado como un hecho, no será suficiente por sí solo en un caso judicial. Se necesitarían pruebas que demuestren que la información recibida se verificó por separado.
Si bien puede pensar que es redundante recordar a un auditor que sea escéptico en el curso de una investigación, un simple recordatorio de ello, como en los estándares de auditoría, puede ayudar a mantener esta actitud.
C.P. Iván Rodríguez – ivan.rodriguez@auditool.org
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