LA TRADICIONAL AUDITORÍA DE ESTADOS FINANCIEROS
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Con el auge de novedosas teorías en torno al riesgo, la seguridad, la administración, – incluso la tecnología -, se ha dejado de lado, no siempre con acierto, el tradicional quehacer de los auditores financieros.
A pesar de lo vertiginoso de las operaciones, del volumen de registros y de lo complejo de las operaciones, la información financiera sigue siendo un pilar fundamental en que se refleja la salud de una organización. Cada una de las cifras, no deja de ser un interesante indicador del manejo de sus negocios.
¿Han cambiado los fundamentos de la auditoría? ¿O es la manera en que se ejecuta la que hace pensar que hay una nueva auditoría?. No hay una única respuesta. Es tal vez la combinación de diferentes visiones. No hay que olvidar que las cifras, resultados y estados financieros, corresponden a manifestaciones explícitas que hace la gerencia o administración de un negocio a diferentes interesados, que a su vez la emplean con propósitos diversos.
Es por ello que la información financiera debe gozar de calidades y cualidades específicas y en su preparación y reporte, deben conservarse normas particulares para su cabal interpretación y análisis.
Si bien el tema de la legislación tributaria, las normas internacionales, la globalización, la gestión de riesgos, entre otros temas, han introducido novedosos elementos al tratamiento de la información contable y financiera, no es menos cierto que subyacen los principios básicos. Los principios de contabilidad son el fundamento a partir del cual se edifican los estados financieros. Así mismo, las aseveraciones sobre ellos, sustentan en gran medida la labor de la auditoría en sus diferentes enfoques.
La labor de auditoría conserva las etapas de planeación, ejecución y reporte. Subsisten los objetivos y responsabilidades frente al sujeto auditado. Las cifras de estados financieros es posible enlazarlas en ciclos para su comprensión. Aún es relevante la naturaleza de las transacciones y cuentas.
Es por ello que en la labor de supervisión y examen de cifras, aunque se empleen las más modernas técnicas y estrategias de revisión, los recursos de vanguardia y toda la utilería de la que se dispone actualmente, no hay que olvidarse de los principios fundamentales, tanto de la preparación de la información, como de su análisis.
Lo complejo o exótico de las operaciones, así como su tratamiento o lo complejo de su forma jurídica, no deben impedir que el auditor se aleje de los resultados esperados de su análisis y de las demandas del mercado en cuanto a su quehacer.
C.P. Iván Rodríguez
Auditor y Consultor, Diplomado en Alta Gerencia de Seguros y Derecho de Seguros. Especialista en Dirección Financiera y Desarrollo Organizacional, Diplomado en Gerencia de la Calidad, Contador Público de la Pontificia Universidad Javeriana, con 20 años de experiencia en diversas empresas. Amplia experiencia en la elaboración y ejecución de auditorías y revisorías fiscales. Dirección y ejecución de asesorías, consultorías y capacitaciones. Colaborador de Auditool
Bogotá D.C, Colombia
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