En nuestro blog hemos hablado a menudo de la contabilidad de costes, su importancia, sus ventajas… ¿Pero realmente sabes qué es este tipo de contabilidad? A continuación te detallamos todo lo que necesitas para comprenderla y comprender el papel que juega en las empresas.
La contabilidad de costes, también llamada contabilidad analítica, es un sistema de información contable que capta, mide y representa el flujo de valores interno de la empresa. Así, sire para evaluar la eficiencia de la gestión que se está realizando y suministrar información financiera y no financiera comprensible, comparable y útil para el proceso de toma de decisiones de la compañía.
A diferencia de la contabilidad financiera, no se trata de un proceso obligatorio para las empresas, pero si extremadamente útil para la dirección de la empresa. Y es que sus principales objetivos son:
- Valorar las materias primas, productos semi acabados y acabados y demás activos derivados de la producción
- Calcular los costes, no solamente del servicio o del producto acabado, sino también de productos intermedios, de los diferentes centros de producción o departamentos, etc.
- Analizar los resultados económicos
- Planificar la gestión económica a través de la definición de objetivos y estrategias y tácticas a seguir para lograrlos, presupuestos, etc.
- Controlar la gestión, midiendo si se está yendo en la dirección del cumplimiento de los objetivos o si por lo contrario la empresa se está desviando.
En tratarse de un tipo de contabilidad voluntario por parte de las empresas de uso exclusivamente interno no existe obligatoriedad en cuanto a formato. En este sentido, no está sometida a normas legales, no figura en el Plan General Contable, aunque es cierto que la Asociación Española de Contabilidad Directiva (ACODI), así como la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) llevan años realizando una importante labor de normalización con la publicación de un buen número de manuales.
Otro factor a tener en cuenta es que se trata de un proceso subjetivo, que está sujeta a interpretación, por lo que la persona responsable de realizarlo tiene que tener conocimientos suficientes para poder interpretar los datos adecuadamente y por lo tanto poder utilizar la contabilidad de costes para una mejor toma de decisiones.
El seguimiento tampoco tiene una periodicidad fijada estándar, aunque sí es recomendable hacerlo de forma mensual. No obstante, las empresas pueden realizarlo cuando quieran: diariamente, semanalmente, trimestralmente o incluso, aunque no es recomendado, de forma irregular.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario