Los maleantes creían que era el robo perfecto. Con sofisticación, inteligencia, sin disparar un solo tiro y sobre todo con un fabuloso botín: ¡45 millones de dólares! Esta fantástica fortuna fue la que extrajeron de cajeros automáticos de una banda de ‘hackers’ que tiene hoy a siete de sus integrantes a buen recaudo.
“En lugar de armas y máscaras, la organización criminal usó computadoras portátiles e internet”, describió una fuente que investigó el caso.
Los ladrones cibernéticos actuaban coordinados y alrededor del mundo. ¿Cómo cometían el delito? Ingresaban directamente a la información de las empresas de tarjetas de débito, aumentaban los límites de retiro y sacaban el efectivo de los cajeros automáticos.
Este jueves las autoridades estadounidenses, informaron que los ‘hackers’ actuaban con una sorprendente eficiencia. El masivo golpe fue asestado “en cuestión de horas”, se explicó en la oficina de la fiscal en Brooklyn, Nueva York.
Allí los fiscales anunciaron cargos contra ocho personas acusadas de integrar la célula que operó en Nueva York para el robo, que se extendió por 26 países. En la ciudad estadounidense, los piratas cibernéticos habrían robado 2,8 millones de dólares en efectivo.
Siete de los ocho acusados fueron arrestados, dijo la oficina del fiscal. El octavo, identificado como Alberto Yusi Lajud-Pena, alias ‘Prime’ y ‘Albertico’, habría sido asesinado el 27 de abril, agregó esa oficina. Sin embargo, esta versión se investiga porque las autoridades temen que se trate de una argucia para esfumarse con el dinero.
“Los acusados y sus cómplices participaron en un robo masivo del siglo XXI que se extendió por internet y el mundo entero”, dijo la fiscal Loretta Lynch en un comunicado.
Se trata de “un gran asalto a decenas de cajeros en pleno corazón de Manhattan, con tarjetas del tipo Mastercard como arma”, escribió el diario El País.
“La fiscalía comparó lo sucedido como algo similar a un flashmob planetario, por la manera masiva en la que se ejecutó la operación. El mapa de Nueva York que mostraron las autoridades estaba lleno de puntos, que indicaban donde los individuos fueron ejecutando uno a uno el asalto. Por hacerlo sencillo, los responsables de la trama criminal accedieron a los sistemas de entidades en Oriente Medio para hacerse con datos de las tarjetas de débito. Se cree que el centro operativo está fuera de EE. UU.”, informó el rotativo.
El diario explicó que esa información se pasaba después a los individuos que ejecutaban el asalto al pie de cajero, con tarjetas emitidas por el National Bank of Ras Al-Khaimah de Emiratos Árabes y del Bank of Muscat en Oman. En total se hicieron 40.500 operaciones de retirada de dinero en 27 países. Es el mayor robo en cajero que se ha visto, dicen las autoridades en EE. UU.
Modus operandi
La prensa informa que el objetivo del ataque fueron tarjetas de débito prepagadas. Los autores del asalto lograron manipular el límite con el que se podía sacar dinero del cajero, por lo que se teme tuvieron un acceso importante a los sistemas de los bancos.
La prensa informa que el objetivo del ataque fueron tarjetas de débito prepagadas. Los autores del asalto lograron manipular el límite con el que se podía sacar dinero del cajero, por lo que se teme tuvieron un acceso importante a los sistemas de los bancos.
De los equipos que tenían en la calle podían sacar la mayor cantidad de dinero posible antes de que el sistema se bloqueara. Master Card asegura que su red nunca estuvo en compromiso, aunque está trabajando con la investigación para ayudarle a desmantelar la trama.
Relata el diario madrileño que “el primer asalto se ejecutó a finales de diciembre del año pasado, en el que se robaron cerca de cinco millones de dólares. Y actuaron de nuevo en febrero, donde las pérdidas se estiman en 40 millones. En total se calcula actuaron en 36.000 cajeros automáticos”.
“En Nueva York en concreto se retiraron casi tres millones dólares en sendos golpes, lo que según Lynch lo convierte en el segundo mayor robo bancario en la historia de la ciudad. Como señalan los expertos en crímenes financieros de este tipo, los hackers solo necesitan encontrar una vulnerabilidad en el sistema para causar daños de millones de dólares en tan solo un par de días”, dice El País.
“Las nuevas tecnologías y el rápido crecimiento de Internet eliminó las fronteras tradicionales del crimen financiero”, señaló por su parte Steven Hughes, uno de los agentes que participaron en la operación de derribo de la trama.
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