CONTROL INTERNO EN LA PREVENCIÓN Y DETECCIÓN DE FRAUDES

Estándar

23.05.18

En el ámbito nacional e internacional el fraude es un fenómeno más corriente de lo que creemos, por lo que hablar de él no es fácil, mucho menos cuando están involucrados empleados de confianza y altos directivos de las organizaciones. El estudio titulado Gobal Fraud Report, publicado en agosto de 2010, muestra cómo nuestros países (América) son campeones mundiales en fraude empresariales, situación que nos genera desconfianza en los inversionistas y pone a los Gerentes en la necesidad imperante de implementar sólidos sistemas de control en sus organizaciones, pero, en especial, de impulsar un buen ambiente de control, el cual establece el tono de una organización y constituye la base para un sistema de control interno eficiente.

Los controles internos no pueden asegurarnos el éxito. Las malas decisiones, los gerentes incapaces, las conductas inmorales, la confabulación y las infracciones a los controles, y la competencia, pueden presentar problemas. Nos obstante, los controles eficaces ayudan a que las organizaciones alcancen sus objetivos y disminuyan el impacto de los fraudes.

Minimizar el fraude, sus consecuencias, prevención y detección, requiere sólidas estructuras de control, un excelente gobierno corporativo y un arduo y permanente trabajo en la organización para generar una cultura de autocontrol entre todos sus empleados; así como incorporar sistemas para prevenir riesgos y una evaluación permanente, a través de la creación de auditoría conformada por un personal capacitado y proactivo.

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Fuente: extracto libro “Riesgos de Fraude en la Auditoria de Estados Financieros”

Publicado por Fernando Pérez Tapia