¿QUIÉNES TIENEN ÉXITO?
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He tenido el honor y el privilegio de seguir de cerca la carrera de miles de profesionales en los últimos 24 años. Muchos de ellos son reconocidos como los más exitosos de sus empresas, sectores o especialidades. Resumo algunas de las conclusiones que he sacado de observar, analizar y admirar su éxito a lo largo del tiempo.
1. Ética. Integridad, coherencia, honestidad a prueba de balas, responsabilidad, corrección. Esto no debería quizá ni mencionarlo por lo obvio de su importancia, pero cómo andan las cosas últimamente en la región, creo que es vital remarcarlo y enfatizarlo.
2. Ambición. La ambición sana es el motor propulsor que hace que recorran la milla extra, se fijen metas claras y cuantificables y se esfuercen para lograrlas a pesar de todo. Querer saber más, hacer más, tener más o dar más es lo que los mueve a salir de sus zonas de confort, ser más audaces y asertivos.
3. Pasión. Nunca he visto a nadie lograr resultados o avances extraordinarios sin que les apasione lo que hacen, dónde lo hacen, con quién lo hacen o el por qué lo hacen. La pasión genera esos niveles de energía necesarios para seguir aprendiendo y creciendo más rápido y además, disfrutarlo genuinamente.
4. Familia. Cuando las cosas van bien en el ámbito familiar, el trabajo fluye positivamente. La estabilidad o paz familiar o la falta de ellas, impactan directamente en la capacidad de focalizarse en las metas y objetivos y es clave para la satisfacción en el trabajo, tan importante para el éxito profesional y personal.
5. Buena actitud. Tener una actitud en general agradable, sencilla y optimista, con buen manejo de los impulsos y auténtica empatía, impacta directamente en la capacidad de interactuar, comunicarse, liderar e inspirar a muchos. Saben que la calidez es la base de la confianza y complemento imprescindible del talento y la efectividad.
6. Más contactos. Los exitosos establecen relaciones genuinas y de largo plazo con quienes el afecto y el respecto son mutuos. Valoran y cuidan mucho esos vínculos. Extienden sus redes de confianza fuera de los ámbitos convencionales, entendiendo que nadie es un contacto poco importante.
7. Espiritualidad. La dimensión espiritual – no necesariamente religiosa – les da a sus vidas riqueza vital, paz interior y un nivel de energía y seguridad personal que les permite un mejor manejo de las presiones del trabajo. Es un diferenciador importante.
8. Foco en resultados. Los resultados y el valor son claves para la vigencia y demanda de sus servicios profesionales. Saben que alcanzarlos, registrarlos y compartirlos, siempre con sencillez, hacen maravillas por su marca personal y reputación.
9. Intereses variados. Hobbies, deportes, arte o metas personales distintas al trabajo contribuyen significativamente a un mejor balance y calidad de vida y además enriquecen y complementan el perfil profesional. Total, no todo es trabajo en la vida, ¿cierto?…
Ines Temple
Presidente LHH DBM Perú y Chile
Lima 24 de noviembre 2017
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