lunes, 6 de enero de 2020
Javier Fernando Klus, MBA, CIA
En estos tiempos de revolución industrial 4.0 en donde hemos escuchado las palabras Inteligencia Artificial, Robotic Process Automatitation (RPA), Machine Learning, etc., un nuevo concepto ha empezado a tomar relevancia, la computación cuántica. Concepto que de por sí, será la herramienta para potencia hasta el infinito los conceptos anteriormente mencionados.
Y para comenzar a hablar de este concepto y finalmente enlazarlo con la Auditoría, tenemos que hacer un poco de historia. La tecnología actual ha venido evolucionando a pasos exponenciales, y las computadoras tradicionales también lo han hecho, pero esta evolución traducida en chips cada vez más pequeños y más rápidos tienen un límite, no me explayare en las razones físicas de este hecho pero está comprobado que cuando los chips lleguen a una escalada determinada, la cual ha sido fijada en nanómetros, los chips dejan de funcionar correctamente, por lo tanto la tecnología actual tiene una limitación asociada con la leyes de la física, más allá del cual no es posible seguir avanzando.
Usando una analogía, la carretera que nos llevaba hacia un determinado lugar termina en una montaña imposible de franquear, por lo tanto es necesario encontrar otra ruta.
¿Qué es la computación cuántica?
El concepto que da origen a la misma surge en la década del 80, básicamente utiliza los principios de la física cuántica aplicados a la computación. Como todos nosotros hemos aprendidos en el secundario ó universidad, en la computación tradicional nosotros tenemos una unidad básica denominada bit, el mismo es un código binario que puede asumir dos estados “0” y “1”, frente a este concepto en la computación cuántica, el estado puede ser “0”, “1” y “0 y 1” a la vez, por lo tanto esto permite hacer varias operaciones a la vez.
Y aquí entonces ingresa un nuevo concepto, en vez de los tradicionales bits incorporamos en la computación cuántica el concepto de qubits, y aquí nuestra preguntar sería ¿Qué es un qubits? Es la analogía de lo que en la computación tradicional sería un bit, con la salvedad como hemos mencionado, que un qubits puede expresar magnitudes continuas mientras que los bits expresan magnitudes discretas (es decir o es un 0 o es un 1).
Llevado esto a la práctica en un ejemplo rápido, si nosotros tuviéramos 3 bits, los mismos podrían tomar ocho valores posibles de los cuales solo se podría registrar uno, por otro lado, si tuviéramos 3 qubits, la partícula puede tomar 8 valores a la vez gracias a las características de la física cuántica. Esto significa que con 3 qubist podríamos realizar 8 operaciones paralelas a la vez.
Esta explicación se traduce en una noticia que recientemente estuvo en los medios que fue la siguiente:
Google afirma que su computadora cuántica puede hacer lo imposible en 200 segundos en la misma google afirmaba que había diseñado una máquina que sólo necesitaba 200 segundos para resolver un problema que a una computadora tradicional le llevaría 10.000 años en resolver (aclaración: la noticia fue cuestionada por otras empresas, básicamente por sobreestimar la complejidad matemática del problema, pero es importante quedarnos con el concepto subyacente a esta noticia).
Y aquí podemos ver las enormes posibilidades que tienen la computación cuántica, con independencia de problemas que actualmente hacen que este concepto no puede ser totalmente llevado a la práctica, pero que seguramente a mediano o largo plazo se resolverán; habilita una nueva dimensión en lo que respecta a poder de cálculo, es un salto al infinito con respecta las posibilidades que nos brinda la computación tradicional, es una verdadera disrupción.
…y esto ¿Qué tiene que ver con la auditoría?
Y aquí lo asociamos con otra noticia que en estos últimos días también apareció:
Todos sabemos que uno de los pilares que todo auditor tiene, es velar por la seguridad de la información, en cualquier programa de auditoría siempre tenemos un apartado relacionado con las password, resguardo de la información etc.
Uno de los pilares del resguardo de la información está asociado a la utilización de métodos de encriptación. Y la encriptación, en palabras sencillas, son algoritmos que a través de distintos métodos impiden que cualquier persona puede acceder a determinada información, incluida las passwords.
Uno de los métodos clásicos para tratar de romper un código de encriptación es a través de la fuerza bruta, es decir utilizamos la capacidad de procesamiento de un computador quien nos ayudará a tratar de romper ese cifrado. Ahora bien, actualmente existen métodos de cifrado, como el descripto en la nota, los cuales con la capacidad de procesamiento actualmente existente es prácticamente imposible que puede ser quebrado, pero la pregunta es………. Y si entramos en otra dimensión de procesamiento totalmente fuera de la escala conocida, que sucede con los métodos de encriptación creados para la “3ra dimensión” en una “4ta dimensión”.
Este problema todavía no es un problema, pero en mediano plazo lo será, la combinación de inteligencia artificial con una capacidad de procesamiento de escala desconocida hace que las posibilidades sean infinitas, para bien o para mal.
Y si hablamos de capacidad de procesamiento cuántico, también podemos hablar de criptografía cuántica, la cual también ha dejado de ser un concepto teórico y ya existen empresas que están tratando de llevarla a la práctica.
Y en el medio de todo esto, están los simples y mortales auditores, los cuales ven como la tecnología evoluciona a pasos agigantados y exige de nosotros cada vez mayores conocimientos, pues la tecnología afecta directamente a los procesos de negocio que los auditores debemos revisar.
Por todo esto, en futuro no muy lejano podremos estar viendo en los anuncios la necesidad de incorporar “auditores cuánticos”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario