LOS CUIDADOS DEL AUDITOR
Estándar
“El auditor, en lo posible, debe contar con una formación integral, pero fundamentalmente consciente de la responsabilidad que implican sus juicios y opiniones frente a las organizaciones y la sociedad”.
Con base en esto, se debe tener en cuenta lo siguiente:
- Sea ejemplo en lo que hace.
- Logre que lo miren con respeto y como asesor.
- No deje que la improvisación desquebraje la confianza que en usted tiene el auditado.
- Asegúrese de que sus hallazgos y recomendaciones estén bien soportados, por lo que en la aplicación de pruebas sea generoso en términos de materialidad y suficiencia.
- La permanente confrontación de resultados y explicaciones con el auditado proporciona claridad y confianza de lo finalmente informado.
- Nunca recomiende nada que ni usted mismo sería capaz de realizar, sea lógico y objetivo en su labor de auditoría.
- Mantenga una actitud amistosa con el auditado, pero con independencia.
- Realice su función auditora dentro de parámetros de planeación.
- Siempre deje la sensación dentro de la organización de que la auditoría paso por ella, esto es, por sus demandas, aportes y resultados.
- Cuide de soportar su trabajo con documentos.
- Recuerde que la función de auditoría es básicamente buscar el mejoramiento continuo de la organización.
- La confidencialidad de la información de la organización es vital, sea discreto con ella.
- Los resultados de la auditoría deben comunicarse oportunamente, para la toma de decisiones.
- El entorno de las organizaciones es referente primario de la auditoría a considerar siempre.
- Sea cuidadoso al expresar sus puntos de vista, pero aún más al escribirlos.
- Recuerde que la auditoría no pelea con nadie, basta con solicitar la información y los requerimientos respetuosos de manera escrita.
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